viernes, 30 de marzo de 2012

El Gobierno rechaza la refinería Su impacto en Doñana y Portugal y el rechazo de la UNESCO, los motivos de su inviabilida



Adiós al proyecto empresarial que más ha dado que hablar en Extremadura en la última década. El Ministerio de Medio Ambiente eligió el día en el que se celebraba una huelga general para anunciar de forma oficial que rechaza el proyecto de refinería que el Grupo Alfonso Gallardo pretendía construir en el término municipal de Los Santos de Maimona.
Al filo de las dos de la tarde, el departamento dirigido por Miguel Arias Cañete hacía público que ese mismo día había comunicado a la Junta de Extremadura su propuesta de una declaración de impacto ambiental (DIA) negativa. Es decir, que no autorizará la industria porque la considera «medioambientalmente inviable».
De los cuatro argumentos fundamentales que esgrime el ministerio para justificar su decisión, tres de ellos eran de sobra conocidos por la opinión pública.
En primer lugar, cita el potencial impacto sobre el entorno del Parque de Doñana, «el más emblemático de la red española de espacios protegidos», así como su afección al medio marino, «en una zona de elevada biodiversidad como es la reserva de pesca marítima 'Frente de Doñana'».
Como es sabido, el proyecto contemplaba además de la petroquímica la construcción de un oleoducto de aproximadamente 200 kilómetros cuyo trazado discurriría por las provincias de Badajoz, Huelva y Sevilla.
Ayer, Medio Ambiente aseguraba que advierte «riesgos ambientales relacionados con los vertidos líquidos y generación de residuos peligrosos de las instalaciones proyectadas». Además, «se considera que el proyecto, ubicado a 180 kilómetros de la costa, incumple los objetivos de eficiencia energética recogidos en la normativa europea».
Otro de los argumentos esgrimidos es la oposición que ha mostrado Portugal debido a la condición de transfronterizo que tendría el proyecto a estar situado a unos 50 kilómetros de la localidad lusa de Barrancos.
El 5 de mayo de 2009, el Gobierno portugués -entonces gobernado por los socialistas- aseguró públicamente que la refinería podría tener impactos negativos para su territorio por afectar a las aguas de la cuenca del río Guadiana.
En ese sentido, los organismos medioambientales lusos emitieron dos informes, de 45 páginas, en los que advirtieron de posibles consecuencias para Portugal en los recursos hídricos de la cuenca y recomendaron reforzar las medidas de tratamiento o vertido de aguas y prevención de accidentes.
Fuentes conocedoras de la tramitación del proyecto reconocieron más tarde a HOY que el rechazo luso había condicionado la tramitación de la documentación, puesto que aumentaban las posibilidades de que la Unión Europea, a la que pertenecen tanto España como Portugal, tumbara la iniciativa.
En tercer lugar, Medio Ambiente también se refiere a la oposición que han mostrado diversos organismos internacionales, como la Unesco, la sección de Naciones Unidas centrada en la protección de la cultura, la educación y la ciencia.
De hecho, el pasado verano, esta organización alertó de que la distinción de Doñana como Patrimonio de la Humanidad podría eliminarse si finalmente se construía el oleoducto, al menos tal y como está diseñado a día de hoy. Así lo afirmó un grupo de trabajo formado por la propia Unesco, la Secretaría del Convenio de Ramsar y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza que visitó el Parque Nacional a comienzos de ese año 2011.
Finalmente, el departamento de Arias Cañete aportó un cuarto argumento, no conocido hasta ahora: el promotor pensaba construir en una parcela atravesada por la llamada Vía de la Plata, que forma parte del Camino de Santiago. Esta circunstancia desaconsejaba la iniciativa según Medio Ambiente, puesto que afectaba al paisaje y al patrimonio cultural.
Pese a la sorpresa por la fecha elegida para el anuncio, lo cierto es que el sentido del veredicto sí que era esperado desde hace tiempo. De hecho, quienes conocían las interioridades del proyecto aseguran que los retrasos en la tramitación no eran sino una estrategia para ganar tiempo de cara a la opinión pública. Dicho de otro modo, las ministras Cristina Narbona, Elena Espinosa y Rosa Aguilar se fueron pasando la patata caliente de la una a la otra porque nadie quería asumir el coste de un enfrentamiento directo con la Junta de Extremadura, gobernada durante todos esos años por los socialistas y decididamente favorable a la construcción de la petroquímica.
Al final ha tenido que ser un Gobierno del PP el que tome la decisión final. En su comunicado, Arias Cañete se vanaglorió de cumplir su promesa de agilizar las evaluaciones ambientales de «un procedimiento que se inició en 2005».
No es exactamente cierto. Aunque se pidió la primera autorización a Medio Ambiente ese año, la verdad es que el documento que ahora se rechaza fue presentado en enero de 2008, hace cuatro años.
La impresión de que el proyecto iba a ser denegado se acentuó el pasado 9 de febrero. Ese día Alfonso Gallardo, normalmente muy esquivo con los medios de comunicación, salió a la palestra para asegurar que confiaba en que el presidente José Antonio Monago luchara en favor del proyecto.
De igual manera, el pasado 22 de febrero se anunció que Andrés Riera era el nuevo director de la refinería, lo que conllevaba la salida de Edgar Rasquin, el experto venezolana que pilotó los trámites desde que los comienzos.
«Ni buena ni mala»
Para el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri , la DIA desfavorable «no es buena ni mala» y avanza que la estudiará en profundidad a fin de poder dar una respuesta el Ejecutivo nacional dentro de los 15 días establecidos.
Precisó que un equipo se encargará de analizar la DIA desfavorable al proyecto industrial, aunque aclaró que solo estudiará los aspectos que conciernen a Extremadura, no así los que se refieren a Portugal o Andalucía.
Dado que la Junta de Andalucía no ha recibido la comunicación oficial por parte del ministerio, habrá aspectos de su declaración, como lo referente al paso por Doñana, que no serán alegados en principio por ninguna administración.
Echávarri recordó que el Gobierno del 'popular' José Antonio Monago se ha mostrado a favor de «cualquier proyecto empresarial que cree empleo» pero que también «sea respetuoso con el medio ambiente».
Asimismo, criticó que el Gobierno de Zapatero «por oportunidad política» nunca quiso dar una respuesta, a pesar de todos los informes negativos contrarios al proyecto, que ya estaban sobre la mesa antes de que el PP llegase a gobernar en España o en Extremadura.
En este sentido, el portavoz del PP en la Asamblea, Luis Alfonso Hernández Carrón, recalcó que su partido «no admite lecturas políticas» de la DIA desfavorable, porque sencillamente no las hay. «Ni las encontrarán», afirmó. Eso sí, aseveró que el PP está «a favor de que se cumpla la legalidad, la normativa vigente en materia de instalación de este tipo de proyectos».
«Nosotros seguimos convencidos de que esto no ha sido una decisión puramente política, sino eminentemente técnica. Porque ni toda la presión política que se haya podido ejercer durante estos siete años con todos estos políticos de un mismo color (socialista) han podido emitir una declaración de impacto ambiental que fuera positiva», valoró él portavoz popular.
El líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, por su parte, asegura que no puede entender por qué una refinería en Extremadura afecta al coto de Doñana y la petroquímica de la refinería de Huelva no; y lo mismo con la fauna marina.
«Lo peor de todo, no entiendo cómo es posible que un Gobierno se atreva en un periodo de tiempo tan corto a dejar Extremadura sin energías renovables, sin Eje 16, sin AVE, sin Valdecañas... Y ahora sin las posibilidades de tener una industria. Todo ello sin que se haya levantado una voz de protesta. No sé que plan tiene el Gobierno de España y la Junta para los extremeños. A otras regiones se les está dando opciones e instrumentos para crecer, mientras a nosotros se nos cierran todas las puertas en un periodo de tres meses. Y a ver qué pasa cuando se den a conocer los Presupuestos Generales del Estado y con ellos las inversiones en Extremadura», denunció.
Además, Fernández Vara asegura que las únicas que pueden estar contentas hoy son las grandes multinacionales, Repsol y Cepsa, «porque se quitan un opositor del medio y la derecha está siempre a favor de las multinacionales», asegura.
«Aquí lo que sucede es que hay un Gobierno que es consecuencia de un pacto y unos mandamientos que se oponían a la refinería y claro, el Ministerio, encantado de la vida, DIA desfavorable y búsquense la vida como lo han hecho siempre. Me parece inaudito. Si el futuro de Extremadura pasa porque tres personas de Izquierda Unida estén contentas, pues ellos sabrán, pero a los miles de parados habría que darles una respuesta», resume Vara, que no se atreve a decir, sin embargo, si considera que la DIA hubiese sido positiva si el PSOE gobernara en España y en Extremadura.
Desde Izquierda Unida, Pedro Escobar calificó ayer de «triunfo del sentido común» la decisión del Ministerio de Agricultura, porque en su opinión, «la opción de la refinería en Extremadura era apostar por un modelo económico caduco».
Desde el punto de vista del líder izquierdista la decisión «ya estaba tomada hace mucho tiempo, ya que se trataba fundamentalmente de una decisión técnica, no podían encontrar científicos que dijeran que eso era viable», subrayó.
Por eso considera que el silencio que ha habido sobre esta declaración de impacto ambiental «se ha utilizado políticamente en los últimos años», por lo que apuntó que «alguien tendrá que dar explicaciones».
Para Juan Manuel Arribas, secretario general de la patronal Creex, sin embargo, es una mala noticia que acaba con las expectativas del empresariado, que apostaba porque fuera un proyecto viable y pudiera crear el empleo que ahora tanto se necesita. De forma paralela, mostró su máximo respeto a la resolución puesto que se trata -dijo- de una decisión técnica. Si no, no sería entendible que se hubiera tardado tanto tiempo en tomarla. Asimismo, afirmó que lo conocido ayer es una propuesta que todavía debe ser ratificada después de evaluar las alegaciones que presentará la Junta.
La Plataforma por el Progreso y el Desarrollo de Villafranca (Prodevi) considera que la decisión del ministerio obedece a «cuestiones políticas». «Es definitivamente una mala noticia para la región, que con esta decisión retrocede al menos 50 años en el tiempo, porque no nos va a permitir desarrollar un tejido industrial. Sin refinería, sin AVE, sin Eje-16, sin inversión pública, no sé qué vamos a hacer para levantar esta región que parece estar condenada a ir en el furgón de cola», opina el portavoz de este colectivo, Pedro Pecero.
Considera que José Antonio Monago deberían velar por los intereses de Extremadura «que necesita una inversión de este tipo y una creación de empleo de este calibre».
En el otro extremo, la 'Plataforma Refinería No' celebra la noticia. «Los motivos que justifican la DIA negativa son los que nosotros hemos mantenido desde hace años, que además, estaban sustentados por los informes de técnicos independientes y solventes, procedentes de Bilbao, Madrid, Barcelona y Valencia», celebró ayer Reyes González, portavoz de la plataforma.

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