Los ejes básicos del discurso del Presidente de la Junta de
Extremadura en el Debate sobre el Estado de la Región han girado sobre las
inversiones privadas y el aprovechamiento de los fondos que vendrán de Europa,
que básicamente deben facilitar la recuperación de la actividad económica y el futuro
progreso de nuestra Comunidad.
Como viene siendo habitual para el gobierno y un buen número
de parlamentarios extremeños carecen de interés las inversiones públicas. Es
decir, la iniciativa pública se considera un factor muy débil, no influyente y de
poca importancia para el desarrollo económico y social de la Comunidad.
Sin embargo, algunas iniciativas públicas
fundamentales para el avance económico y social de Extremadura:
Programas
de empleo destinados a mejorar la calidad de los servicios públicos, la
sanidad, la educación, la dependencia, servicios de extinción de incendios, etc. y no como hasta ahora, pequeñas partidas de gastos que vienen a ser migajas para callar la boca de los desempleados/as y para salir al paso;
La construcción o adquisición de viviendas para alquiler social que mejoren el bienestar de las familias y para que las personas jóvenes puedan independizarse.
Necesitamos una Banca pública para acabar con la estafa de
los bancos que saquean el bolsillo de los extremeños y extremeñas.
Necesitamos de la iniciativa pública para poner en marcha
una reforma agraria que transforme las estructuras económicas y sociales de la
región.