Las personas que llevan a
cabo la propaganda del sistema se afanan en manifestar que las viviendas se
hacen gracias a sus decisiones políticas, dejando de lado la enorme necesidad
de viviendas sociales en los pueblos de Extremadura. La razón fundamental de
esta carencia es porque las políticas que ha realizado el gobierno del PSOE a
lo largo de estos años no han tenido interés alguno en resolver los graves
problemas habitacionales de la población más débil económicamente. Es decir,
para nada los gobiernos municipales y regionales se han centrado en la promoción
y edificación de viviendas sociales y cuando lo han hecho ha sido de manera muy
limitada.
En el caso concreto de
VILLAFRANCA DE LOS BARROS, la construcción de las 31 viviendas ha ido como se
suele decir “golpe a golpe”, con mucha lentitud. Conviene recordar que en las
concentraciones que se han realizado en Mérida delante de la Consejería de la
Vivienda y en el mismo lugar de su construcción, en las que se ha denunciado la
paralización y exigido la reanudación de las obras, no hemos visto a ninguna
persona de las que se autoproclaman y auto agradecen que con su intervención se
haya acelerado el levantamiento de las mismas.
En este asunto al igual
que está ocurriendo con el Instituto, la Consejería de la Vivienda ha
funcionado por inercia, sin mucho interés, a empujones legales, de modo muy parecido
a lo que está pasando con el Nuevo Instituto que por unas razones u otras sigue
paralizado. Después de que se construya en no sabemos cuantos años, los
representantes institucionales nos dirán que se hizo gracias a ellos, algo de
RISA.
Ahora, nuestro equipo de
gobierno tiene la oportunidad de organizar la pelea para exigir más viviendas
sociales y que se puedan satisfacer las necesidades que hay en la localidad. Como
sabemos las viviendas que se van a repartir apenas llegan para unas 31 familias.
Un buen número de hogares y personas que también las necesitan quedarán fuera
del reparto. Estamos como siempre, recontando y clasificando a los pobres. Las razones
legales que se imponen para la valoración de las necesidades de los
solicitantes a la hora del reparto nos llevan a las Clasificaciones de Pobres. ¿En
qué momento se conseguirá que no sea necesario realizar clasificaciones de
pobres?
Las normas a tener en
cuenta son muchas y puede que a alguien le afecte negativamente alguna de ellas,
y derrumbe sus ilusiones para resolver su problema o incógnita habitacional; no
obstante, lo que la gente tiene que exigir desde ya, es que se tomen medidas para
que se construyan más y se responda a las verdaderas necesidades de vivienda
que tiene el pueblo. En este sentido es fundamental la movilización popular y que
por nuestros representantes institucionales se exija al gobierno regional y cumplan
las promesas electorales.
La Ley que regula el Programa
de la Edificación Estatal da opción a que los municipios cedan terrenos a la
Comunidad Autónoma para construir viviendas públicas. Está muy bien que de
manera continua se haga referencia a la cesión de terrenos públicos para las
empresas, pero no se puede olvidar que hay otras cuestiones como es la dotación
de viviendas sociales que contribuyen en gran medida al empleo e impiden el
vaciamiento del mundo rural y la integración social de la población, especialmente
de los jóvenes,