viernes, 25 de octubre de 2019

SOBRE LA NEGOCIACIÓN DEL CONVENIO DEL CAMPO: JOSÉ MARTÍNEZ, OBRERO AGRÍCOLA




Por lo que se publica en la prensa regional (HOY, 24 de Octubre) en la negociación del convenio colectivo del campo se vuelve a producir  el desacuerdo de las partes y la ruptura, por ahora, de las negociaciones. La situación es la misma que la de hace meses, los empresarios agrícolas no quieren pagar el salario mínimo y ponen objeciones al laudo dictado en su momento, quieren más horas de trabajo para los jornaleros y jornaleras a cambio del mismo sueldo, es decir quieren un convenio colectivo a la baja que legalice una mayor explotación laboral. 

Esta actitud de las organizaciones patronales agrarias es conocida desde hace tiempo, lo que resulta extraño y difícil de entender para la clase obrera es que se mantenga sobre la mesa de negociación una propuesta que viene a representar la debilidad de los sindicatos que en teoría representan a la clase trabajadora y cuya proposición no es otra cosa de lo que pudiera dar ocasión a un incremento considerable del abuso laboral. 

Este posible elemento de la negociación que le viene de perlas a la patronal es lo que describimos a continuación tal y como aparece literalmente en la publicación:

“Una de las propuestas de los sindicatos es aumentar la jornada laboral de los eventuales en momentos de las campañas agrarias, «cuando sea necesario y luego compensar ese aumento de jornada por otras jornadas con menos horas cuando la actividad se reduzca». El presidente de Apag entiende que eso se podría negociar pero dijo ayer a HOY que en la última reunión con los sindicatos -la del martes- estos la retiraron. CC OO, en cambio, señaló ayer que sigue sobre la mesa

Esta propuesta es inaceptable y quien la hace, sin duda, desconoce la realidad de los trabajos en el campo por varios motivos. En primer lugar, si las tareas agrarias suponen ya de por sí un desgaste físico importante por las propias condiciones meteorológicas y laborales que se dan, el aumento de horas de trabajo suponen para nosotros un esfuerzo material extra que difícilmente puede aguantar un trabajador o trabajadora normal y corriente.

En segundo lugar, la propuesta es inaceptable porque supondría un aumento importante del número de horas de trabajo durante las campañas agrícolas a cambio de la misma masa salarial, que no se compensaría ni mucho menos con la disminución horaria en otros periodos laborales, tal y como ingenuamente se propone.

En tercer lugar, esta extensión del horario laboral sería un caramelo muy jugoso para la patronal que sin duda querría que se generalizase posteriormente en un futuro inmediato a todo el año, también, en los períodos en los que las faenas agrícolas requieren una menor cantidad de trabajadores y trabajadoras  en el campo.

Los trabajadores y trabajadoras del campo, lo que exigimos a las organizaciones sindicales, UGT y CCOO, que intervienen en la negociación es firmeza y responsabilidad para la defensa de un convenio colectivo digno que responda a las necesidades materiales que hoy tienen las clases trabajadoras.