jueves, 3 de diciembre de 2020

Declaración política de la secretaría general: FUERZAS ARMADAS Y DEMOCRACIA





La cercanía del 6 de Diciembre nos debe hacer reflexionar acerca del carácter de la Constitución vigente y los “ruidos de sables” que atronaban cuando se redacta el texto constitucional. Ruidos de sables que regresan ante el silencio del monarca al cual se dirigen sus propuestas políticas golpistas. Pero no solo en sectores del ejército (siempre los portavoces de las últimas intentonas han sido militares retirados), sino que en las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado incluida alguna, si bien muy escasa incidencia en las policías locales, están firmemente penetrados por la ideología de extrema derecha y por tanto anti-democrática.

Desde los partidos de la Plaza de Colón se han promovido sindicatos policiales altamente politizados con sesgos extremistas de derechas. De nada ha servido que el gobierno de coalición les haya subido los sueldos. Hay que actuar y ya. Resulta chocante poner el modelo alemán como ejemplo, por otro lado muy severo, pero allí han sido expulsados sin contemplaciones militares profesionales pro-nazis e incluso han disuelto unidades de fuerzas especiales. Por tanto los ministros de interior y ministra de defensa deben dejarse de paños calientes y pasar a la acción o ser cesados. Máxime cuando un general en la reserva alude a realizar un limpieza política fusilando a la mitad de la población del reino de España, vamos ni Pol Pot llegó a tanto, solo Hitler ejecutó tales razias en masa.

La transición tal y como era su obligación ni limpió la policía ni la Guardia Civil de torturadores, ni nunca inició una “desfranquización” del ejército. Es más la Constitución se redactó con el ruido de los motores de los carros de combate de la Acorazada Brunete escuchándose y buscando nada más y nada menos que en Juan Carlos I la garantía de frenar los cuarteles. De esos polvos, estos lodos.

No es posible un golpe en estos momentos, quiero pensar, es difícil, pero si crear un clima de amedrentamiento en la población y un envalentonamiento de los sectores más violentos de la extrema derecha y actitudes temerosas en la izquierda oficialista y pro-gubernamental- o entre monárquicos del arco parlamentario más liberal.

Por tanto exigimos responsabilidades, depuración y reclamar del jefe del estado una posición clara y manifiesta de rechazo a los neo-franquistas, aunque personalmente le duela. En los entornos del 6 de Diciembre hay que volver a recordar que la constitución del 78 está caducada e inservible, la corona desprestigiada y que hay que iniciar un proceso constituyente. Sin proceso constituyente y una constitución democrática, no habrá democracia en el estado español.

Carlos Martinez

Secretario General del PSLF