martes, 7 de abril de 2020

campamento dignidad: sobre la renta MÍNIMA extremeña



SOBRE LA RENTA BÁSICA EXTREMEÑA
La violencia de clase es una condición que el aparato administrativo practica con los desheredados de la tierra.
En estos días que se trabaja preparando la campaña de aclarado y recogida de las frutas escuchamos como el presidente de la Junta de Extremadura va a poner el transporte escolar a disposición de los patronos agrarios para trasladar a los trabajadores a las fincas o a las centrales hortofrutícolas.
Mientras que el presidente declara a viva voz su preocupación e interés en dar satisfacción a los intereses de los patronos agrarios no resuelve una serie de cuestiones básicas para los desheredados de Extremadura, que también son una fracción muy importante de la población extremeña.
1.- ACELERACIÓN EN LA CONCESIÓN DE LAS RENTAS BÁSICAS.
Muchas de estas personas y familias viven pendientes estos días de las rentas básicas y rentas garantizadas de inserción esperamos que se concedan todas las que hay pendientes, y se cobren puntualmente durante el mes de Abril, dado que se encuentran en un estado de precariedad que a la más mínima el desequilibrio vital se transforma en un drama; si falta o se retrasa esta ayuda social, no pueden alimentarse diariamente. Hay personas con solicitudes de Febrero que aún no han cobrado.
2.- ELIMINACIÓN DE ELEMENTOS BUROCRÁTICOS.
2. 1.-Las declaraciones del Vicepresidente de la Junta sobre la supresión de los Proyectos Individualizado a las personas acogidas a estas rentas mínimas durante el estado de alarma, es una actuación lógica puesto que para cumplirlo deben salir de casa y ahora es imposible; en todo caso, este elemento que forma parte de los deberes de quien percibe la renta debería suprimirse de manera definitiva.
El proyecto Individualizado de Inserción es un instrumento para la vigilancia y el control social de los pobres, y además un buen filtro para eliminar rentas mínimas, no tiene otro objeto.
2.2.-Insistimos una y otra vez que a la hora de la concesión de una determinada ayuda es prioritario valorar las necesidades de las personas antes que los requisitos burocráticos que hasta la fecha se están imponiendo sobre el derecho más elemental a vivir dignamente.
Consideramos que es el momento para eliminar gran parte de la burocracia que se exige para acceder a las ayudas sociales; hay que quitar de la circulación un montón de requisitos que sólo sirven para que muchas personas o familias queden fuera de esos programas sociales.
Las casuísticas que impiden obtener la documentación para el acceso a la renta básica, casi siempre suelen derivar del estado de POBREZA: hay quien no puede presentar el empadronamiento porque vive con padres o parientes al carecer de recursos materiales para alquilar una vivienda; otras no alcanzan esa ayuda mínima porque no tienen un convenio regulador con su expareja, cuya separación resultó traumática; en otros casos, porque la pareja ha trabajado o trabaja unas semanas aprovechando la temporada y no sólo se le deniega esta ayuda social sino que se la hace devolver el dinero en el caso de que haya cobrado mientras trabajó su pareja, jóvenes que no pueden trabajar para que la familia no pierda la renta mínima, la aprobación según la valoración de los ingresos obtenidos en los últimos meses, etc..
3.- INREGROS PARA QUE NO TIENEN ABSOLUTAMENTE NADA
3.1.- En este orden de cosas, seguimos exigiendo a la Junta de Extremadura la implantación URGENTE de unos ingresos para quienes no tienen absolutamente nada, y para que otras personas puedan complementar los ingresos que perciben. Las pensiones no contributivas no llegan a los 400 euros, son muy insuficientes para hacer frente a las exigencias vitales imprescindibles. La suma de una cantidad que complete hasta unos ingresos decentes mejoraría el nivel de vida y sería beneficios individual y colectivamente para el conjunto de la sociedad.
Muchas personas se han quedado en la estacada, antes obtenían sus ingresos recurriendo a tareas parciales, temporales, por horas pero que les permitían sobrevivir, valgan como ejemplos algunos casos: personas que trabajaban en los bares, en los restaurantes, en la limpieza de casas, echando algunas horas cuidando a personas mayores y dependientes, recogiendo chatarras y cartones en las calles, trabajando en la agricultura, en los mercadillos, es decir un montón de gente que de una manera ú otra trabaja en la economía sumergida.
Todas estas personas que aportan, según los datos estadísticos, algo así como el 30 % del PIB, es decir muchos cientos de millones de euros, han quedado fuera de todas las normativas de protección social del gobierno, no pueden acogerse a ningún programa oficial por cuestiones elementales: ¿Cómo demuestran que están en el paro? ¿Cómo van a pagar el alquiler de la vivienda, y en todo caso como demuestran que no tienen para desembolsar esa cantidad si el contrato con el casero está fuera de lo reglamentario, o no hay contrato? ¿Cómo van a pedir un préstamo al banco si no tienen la mínima garantía para ofrecerles nada? ¿Cómo van a pedir un préstamo si no tienen para pagar el seguro que por norma general les exigirá el banco?, etc.
Sin la menor duda, estarán a en pocas semanas en la indigencia más absoluta puesto que con las ayudas de alimentos que distribuyen las organizaciones sociales es insuficiente para vivir dignamente. En ese estado en poco tiempo se verán obligados a romper ciertas normas del sistema y realizar actos imprescindibles para su supervivencia.

En todo caso, esperamos que el gobierno de coalición aprueba una renta básica digna tal y como se está exigiendo desde la MAREA BÁSICA.