lunes, 9 de marzo de 2015

La religión en el nuevo currículum de la LOMCE


"El nuevo currículo de religión católica para Primaria y Secundaria aprobado recientemente por el Ministerio de Educación convierte la catequesis católica en una asignatura evaluable y de oferta obligatoria.

El texto normativo que el gobierno del Partido Popular acaba de publicar en el BOE y que organiza la formación religiosa y moral es coherente con los Acuerdos firmados con la Santa Sede en las postrimerías del franquismo, aún vigentes y más empoderados que nunca. Me gustaría  recordar  que la Conferencia Episcopal ya tenía reconocidas por parte del gobierno las competencias para la elaboración de este currículo.

Estos acuerdos garantizan que los planes educativos deben incluir la religión católica para quien la quiera, obligando a pronunciarse a todo el alumnado – en contra de lo establecido constitucionalmente- sobre su creencia o religión, según la elija o no, y forzando a crear una asignatura alternativa, dando respuesta a una aspiración histórica de la iglesia católica.

Asimismo, establecen que la religión católica debe ser impartida por aquellos que han sido autorizados por la jerarquía eclesiástica y que esta jerarquía es la que debe determinar los contenidos de la enseñanza, los libros y el material didáctico. Y que el Estado se hará cargo del coste de todo. Esta situación es incompatible con un sistema educativo que garantice el derecho a las creencias y las propias convicciones, la pluralidad democrática, la convivencia respetuosa, la cohesión social y la solidaridad. Por ello, pienso, que comunidad educativa, independientemente de nuestras creencias, debemos  exigir la derogación definitiva de estos acuerdos".

En definitiva, esto es producto de  la LOMCE y ésta, por desgracia, nuevamente  se rinde a los intereses de la jerarquía católica porque satisface dos de sus demandas históricas: que haya una asignatura alternativa a la religión que legitime una oferta obligatoria en horario escolar y que la religión sea evaluada. Este problema solo se va a solucionar con la derogación de la ley y la salida definitiva del currículo de la religión católica y de cualquier religión, que solo debería impartirse en sus lugares de culto y más siendo nuestro país constitucionalmente Laico."