jueves, 14 de mayo de 2020

QUÉ FAVORECE A LA EXTREMA DERECHA?


 
TAMBIÉN FAVORECE A LA EXTREMA DERECHA que hayan personas sin nada en colas del hambre y sin renta básica todavía, o ERTEs sin cobrar o ayudas ICO que los bancos no tramitan a autónomos y autónomas a los que los bancos no les cursan los AVALES. O jóvenes que se encuentran las web de Empleo colapsadas a todas horas y no pueden tramitar su desempleo y cobrar algo. 

PARA NO FAVORECER A LA EXTREMA derecha, hace falta renta básica ya, BANCA PÚBLICA ya. No rescatar grandes empresas vía los ERTE y chulear y putear a autónomas/os en bancos privados o chulear a las personas que necesitan ayudas al alquiler colandoles goles los mismos bancos y retrasando sus pagos. 

TAMBIÉN FAVORECE A LA EXTREMA DERECHA, no acabar con la corrupción de la monarquía o no enfrentarse con valentía y decisión a una derecha que no quiere nada de nada de acuerdos con un gobierno débil que le teme en lugar de plantarle cara y afianzar la alianza con las fuerzas políticas de la moción de censura. 

Favorece a la extrema derecha no tener un potente partido de las y los trabajadores que sepa de sus problemas reales y sufrimientos cotidianos. 

La crisis capitalista internacional va a provocar millones de personas paradas, más desigualdad y más pobreza. 

Si no se toman opciones claras y contundentes como no pagar la deuda y no aplicar recortes la extrema derecha llegará traída en volandas por los "progresistas". 

A la extrema derecha no se la frena con llamamientos a la unidad, se le frena con medidas que defiendan la dignidad de las clases populares, su derecho a comer caliente todos los días y que un fondo buitre no los expulse de sus viviendas. 

A la extrema derecha se le frena no negando o abandonando a la clase obrera con empleo o si empleo.

domingo, 10 de mayo de 2020

SOBRE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA ELABORACIÓN DE PLANES DE ACTUACIÓN MUNICIPAL Y PRESUPUESTOS EXTRAORDINARIOS EN ESTA CRISIS

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 Consideramos que en las actuales circunstancias derivadas de la crisis global hay que exigir al Gobierno de España la total derogación de la obligación del techo de gasto pues la situación social y económica van a exigir de grandes esfuerzos de toda la administración pública, incluida la más próxima a la ciudadanía, cual es la local.

El ejercicio de la autonomía municipal debe tomar en consideración la situación extraordinaria que demanda la detección y cobertura de necesidades básicas, de vivienda, cuidados, sanidad, movilidad, educación… Y ello requiere y exige unos Presupuestos Extraordinarios Municipales que respondan a las necesidades básicas de la población.

Para poder hacer frente a las duras situaciones sociales que van a producirse con un drástico aumento de la pobreza, pobreza extrema y hambre es una obligación exigir de modo urgente al Gobierno del Estado y de la Comunidad Autónoma más aportaciones dinerarias y presupuestarias. Nadie conoce como los Ayuntamientos las necesidades de sus habitantes, luego las ayudas deben depender de ellos directamente.

Los Ayuntamientos tienen que poner en marcha programas de empleo basados en obras de carácter general, en las mejoras de centros educativos, en la dotación de personal a los centros educativos, ampliación de los servicios sociales municipales y de personas que trabajan en las ayudas a domicilio y en la dependencia, en la promoción de actividades culturales, etc.

Es importante, que en la elaboración de estos planes el equipo de gobierno cuente con la participación de toda la ciudadanía, del tejido social, empresarial, sindical, cultural, deportivo y político. En definitiva, debe recoger de toda la ciudadanía propuestas concretas para la elaboración de planes y de los correspondientes presupuestos extraordinarios. En resumen, de lo que se trata en la de conseguir amplia participación y protagonismo ciudadano que el municipalismo democrático exige.

Por otro lado, es imposible salir de esta crisis si el Estado no cuenta con los recursos económicos necesarios para financiar a los ayuntamientos y a otras administraciones públicas, para lo cual la primera medida es exigir al Gobierno y al Congreso el impago de la deuda, la suspensión de la enorme deuda que ata de pies y manos al Estado, puesto que de otro modo es imposible contar con recursos económicos con los que poder hacer frente a la crisis social y económica.