viernes, 7 de octubre de 2022

 


Interesante debate celebrado anoche en la reunión de UED - PSLF en la Casa de la Cultura de Villafranca de los Barros en torno a varios asuntos que se rehúyen por norma general, dado lo que implican y el peligro de exclusión y castigo, en sus diferentes formas, que pueden causar a los que se comprometen en la solidaridad y la justicia. Entre otras algunas de las cuestiones que se debatieron, fueron las siguientes:

1.- Todos los almacenes, las naves, las industrias, han sido creadas gracias a la clase obrera, con su trabajo, con su esfuerzo y sudor. El dinero necesario para comprar los terrenos, los materiales y todos los elementos para la construcción y el funcionamiento de las industrias han salido de la plusvalía apropiada por el empresario, es decir del trabajo no pagado al obrero; de este trabajo no pagado se apropia el dueño de los medios de producción que particularmente los utiliza en su propio beneficio; los fondos proporcionados por el Estado o la comunidad en forma de ayudas, exenciones fiscales y subvenciones que recibe el empresario para montar o incrementar sus industrias proceden de los impuestos que mayoritariamente han pagado los trabajadores, y que han sido recortados de sus salarios.

 

2.-El debate continuó con el hecho de que muchos de los empresarios, ovacionados, premiados y ejemplos de superhombres, condecorados en los espectáculos que se montan exprofeso nuestros dirigentes políticos, son quienes en sus empresas procuran llevar a mínimos los salarios pagados al obrero, no se preocupan de las condiciones de salud en el trabajo de sus empleados, procuran que las horas extras se paguen en dinero negro o si es posible consiguen que se trabaje algunas horas más de las señaladas en el convenio, o bien adoptan mil formas diferentes de saltar los escollos que para ellos supone la tributación al estado por las cotizaciones sociales de sus trabajadores, etc.

 

3.-Ahora la ideología de nuestros políticos, conservadores, liberales y de la ultraderecha, se construye con valores que aún perduran de nuestra historia colonial. Los valores de aquel proyecto imperialista de dominio y explotación de los pueblos dan apoyo y fundamentan muchas de las proclamas que pregonan las derechas, tanto el PSOE, PP, VOX y otros situados en la izquierda progre. La reproducción de valores relacionados con el racismo, la religión, la xenofobia, el nacionalismo de bandera y pulsera arrancaron en el año 1492 cuando el imperialismo español impuso la evangelización de las américas. Este espíritu mesiánico lo hicieron suyo más con miras muchos más amplias y sangrientas los yanquis con la doctrina Monroe en 1823. Estos últimos se siguen considerando como la nación elegida por dios para democratizar y humanizar a los infieles a base de la violencia más brutal y sangrienta.

 

jueves, 6 de octubre de 2022

Sobre las industrias, las reformas fiscales, los presupuestos y las elecciones

 

Desde UED y el PSLF queremos manifestar lo siguiente en relación a lo que se está comentando en los diferentes medios de comunicación sobre la giga factoría a establecer en Navalmoral de la Mata.

Las noticias ponen en duda la financiación pública de esta inversión privada (PERTE) que atañen a la instalación de esta empresa en aquella localidad, lo que de hacerse realidad podría suponer un duro golpe a las ilusiones que el gobiernillo regional del PSOE ha creado en ciertas localidades.

Consideramos que se está poniendo de manifiesto como los famosos fondos europeos para la recuperación de la economía siguen unos criterios políticos que superan el ámbito de las decisiones regionales.  Además, estos fondos están sirviendo para financiar a las grandes empresas, algunas con más ventajas que otras para conseguirlos por su mejor posición en el aparato del estado, muchas de ellas con problemas financieros dada las dificultades para la realización de sus negocios.

Al margen del asunto inicialmente comentado lo que está claro es que los hombres de la Unión Europea están visitando a España controlando y dirigiendo la distribución del dinero, a la vez que insistiendo y presionando al gobierno para que realice reformas muy concretas, como la que ponga las pensiones en manos de las poderosas entidades financieras, condicionando las políticas del gobierno de coalición y de sus terminales regionales.

Consideramos que paralelamente a esta lucha regional por el dinero europeo, nos encontramos con una guerra fiscal inútil entre regiones, una guerra de posiciones que se mueve en el terreno preelectoral, y que sin embargo, en la mayoría de los casos afecta a una fiscalidad que no llega ni al 2 %, pero que en términos políticos prepara el camino a seguir contra la igualdad y la democracia,  con la tendencia a medio plazo a que paguen menos los ricos, las grandes empresas y los bancos, es decir a que paguen menos quienes más tienen.

Los presupuestos generales del Estado están ya presentados y aprobados por el gobierno de coalición, caracterizados por un incremento de los dineros destinados a la industria militar, y con discusiones no resueltas que acabarán dejando sin contenido a la ley de la vivienda, con una reforma fiscal favorable a los que más tienen y con los intentos del ministro Escrivá de recortar las pensiones públicas.

Los presupuestos regionales comienzan a discutirse con el deseo del PSOE de reforzarse electoralmente contando con el apoyo simbólico de Unidas Podemos que dará el consentimiento para su aprobación. Unos presupuestos que no pueden aprobarse sin incrementar las cantidades necesarias para hacer frente a las enormes necesidades en viviendas sociales, ayudas de alquiler, a la creación de empleo público, y a mejorar los servicios públicos como educación, sanidad, dependencia, etc.

Lo que tenemos claro en UED y PSLF es que tanto los presupuestos generales como los regionales deben centrarse en hacer frente a las necesidades ciudadanas. Cuestión totalmente necesaria para frenar y para combatir las tendencias electorales de la población hacia la extrema derecha, tal y como se están poniendo de manifiesto en las elecciones en diversos países europeos y de acuerdo a lo que indican las diferentes encuestas electorales en el estado español.

Los trabajadores y los sectores sociales más pobres votan a los partidos de la extrema derecha o se abstienen por el desencanto y el desamparo que han sufrido durante muchos años de los partidos políticos que han gobernado con políticas de colaboración de clases siguiendo los criterios de la Unión Europea.

Sobre el presidente de la Junta y el XXV Congreso de la Empresa Familiar

 



No sabemos si es la monarquía, el presidente de la Junta de Extremadura o los empresarios quienes necesitan cobertura ideológica que proteja y respalde sus comportamientos con la sociedad y con la clase obrera, de ahí se deriva la celebración y el contenido de la reunión de representantes de la Empresa Familiar en Cáceres.

A pesar de la manipulación informativa y la intensidad de la propaganda sobre este evento empresarial y político resulta difícil esconder la crisis institucional de la Monarquía, así como las cambiantes decisiones del Sr VARA en cuestiones tan importantes como las políticas extractivistas o la inutilidad política de la Junta para resolver problemas de los sectores sociales más depauperados de la sociedad extremeña, a lo que se suman los egoísmos empresariales centrados en la reducción de las políticas fiscales y salariales más que en la creatividad e innovación de la que tanto presumen.

En sintonía con su ideología favorita de quedar bien con todo el mundo, el presidente de la Junta de Extremadura coge en hombros al rey y le sube poco menos que a la gloria del Olimpo, a la vez que atribuye al sector privado la posesión del monopolio de la creación del empleo en la región, idealizando el papel de los dueños de los medios de producción olvidándose de la clase obrera, como productora de los bienes y servicios. El capital y la fuerza de trabajo son los dos polos que conforman la estructura capitalista. En este modo de producción no puede haber el uno sin el otro. Pero a pesar de esto, nos quieren ocultar con su palabrería que la clase obrera es el polo creador de la riqueza; sin esta clase social, cualquier referencia al proceso de producción no tiene sentido alguno.

El Sr VARA se refiere en sus discursos a que se necesita que las empresas ganen y marchen bien para que paguen buenos salarios y haya calidad en el empleo. Consideradas globalmente, en este período de crisis de la acumulación de capital, el propietario de los medios de producción aspira y recurre a la extracción de la mayor plusvalía posible del trabajo del obrero. La plusvalía de la que se apropia el empresario es el trabajo no pagado al obrero, así que a mayor plusvalía menos se paga por la fuerza de trabajo, y mejor marchan los empresarios. La cantidad de dinero que se paga por la mercancía fuerza de trabajo, históricamente considerada, es lo mínimo biológicamente necesario para que el trabajador o trabajadora recupere diariamente la capacidad para seguir trabajando, y para mantener a su familia.

Estamos seguros que el fantasma que sobrevoló sin tocar el suelo en esa reunión de élites, el XXV Congreso de la Empresa Familiar, fue la brutal explotación salarial a la que está sometida la clase obrera extremeña empleada en cualquiera de las diferentes actividades laborales, háblese de la hostelería, industria, el campo, etc. No sólo los salarios son muy bajos, sino que en muchos centros de trabajo difícilmente se respetan las normas que regulan las condiciones ambientales y laborales sean convenios o el propio Estatuto de los Trabajadores. No dudamos de que el ambiente estuvo concentrado en la hipocresía de los discursos pomposos de alabanzas a los empresarios como creadores de riqueza. El sudor obrero se dejó en la papelera a la entrada del recinto en donde los grandes hombres de empresa buscaban soluciones para incrementar sus beneficios.

Como casi siempre el Sr VARA recurrió a la teología que le caracteriza que no es otra que la fe que presupone que para el desarrollo extremeño tienen que venir empresas y mecenas a Extremadura para que se creen empleos de calidad con buenos salarios.  El Sr VARA al frente de una administración pública para nada considera que es el máximo responsable para realizar e impulsar algo tan escaso en la comunidad extremeña como son las inversiones públicas y la promoción de los servicios públicos relacionados con la sanidad, la educación, la dependencia, etc..

El Sr VARA como responsable de las políticas laborales que se practican en Extremadura debería haber expuesto y denunciado ante los empresarios que hay que acabar con los salarios precarios, la sobreexplotación generalizada, la mucha economía sumergida, la no remuneración de las horas extraordinarias como sucede en algunas empresas, y en otros casos, comportamientos empresariales propios del esclavismo o feudalismo; en algunas empresas se está imponiendo a los obreros que las primeras horas no las cobran puesto que se destinarán a pagar las cotizaciones a la seguridad social.

La hipocresía y la falsedad han llegado en nuestra tierra extremeña a tal punto que después de esta reunión de la empresa familiar quien critique a los empresarios será calificado como enemigo del empleo.

Para combatir tantas necedades y mentiras necesitamos urgentemente centrarnos en la construcción de un partido obrero que trabaje por unas administraciones públicas que estén en manos y al servicio de las clases trabajadoras, que sea capaz de denunciar con fuerzas todo  el contenido de las letras de aquella canción del cuervo mentiroso que interpretaba Javier Krahe.

 

miércoles, 5 de octubre de 2022

Por una política independiente para la transformación socialista del Estado



El presidente de la Junta de Extremadura no se cansa de pregonar las posibilidades que ofrece nuestro territorio para que se instalen empresas y se genere un desarrollo y un progreso nunca visto. Estos planteamientos renuncian a políticas propias, y toda la acción de gobierno lo supedita a decisiones fiscales y administrativas para favorecer que vengan inversores que le saquen las castañas del fuego. Insiste y se supedita a la confianza en el sector privado.

El gobierno regional concede pocas posibilidades a lo público, quizás porque las políticas socialdemócratas no pueden recurrir a las ampliaciones de las inversiones públicas ya que son inviables dado el actual marco económico y financiero, en el que convergen con la poca capacidad económica de un Estado endeudado hasta los ojos, y dado que las inversiones del sector privado no tienen mucha confianza para instalarse en nuestra región, entre otras cosas por la crisis actual de la acumulación capitalista.

Por lo que estamos viendo sólo las grandes empresas eléctricas hacen su agosto instalando paneles solares para seguir dominando el control y los precios de la energía eléctrica, a lo que se une  el interés de las industrias extractivas que quieren dar un salto en la industria del litio, para impulsar una nueva ampliación de la reproducción del capital a costa de expandir el consumo de los coches eléctricos, para lo que necesitan apropiarse de los recursos naturales del territorio extremeño.

En todo caso, las directrices presupuestarias del gobierno de Pedro Sánchez se centran en el incremento del militarismo y la industria de las matanzas humanas. A la vez, con el apoyo sindical de CCOO y UGT, se realiza una manipulación informativa para comernos el coco sobre el incremento de los salarios de l@s trabajador@s de la función pública, cuando lo cierto es que van a perder este año más del 6 % de su capacidad adquisitiva. En este orden de cosas, hasta un sindicato como el CSIF se opone al acuerdo salarial firmado entre el gobierno y sus sindicatos.

No obstante, el Estado burgués a pesar de la crisis tan profunda que atraviesa para mantener su hegemonía y para que la gente acepte un modelo político de lo menos malo, a base de propaganda manipuladora de las mentes, nos hace ver su carácter social incrementando algunos gastos sociales, concediendo pequeñas migajas para tapar la boca a quienes luchan por salarios y pensiones públicas, y ciertas reformas fiscales que bajo el paraguas del beneficio a todos sólo benefician a los más ricos y poderosos.

No podemos aceptar un modelo político que quiere ser lo menos malo del capitalismo. El estado actual de cosas pone de manifiesto la necesidad de un programa socialista que defienda la necesidad real de instituciones estatales que trabajen, piensen, y que estén en manos y al servicio de las clases trabajadoras.

Lo que está claro es que tenemos que desarrollar una nueva comprensión de hacer política, que vaya más allá de la comprensión del sentido común, que traspase los límites de las políticas institucionales. Tomando independencia política como principio fundamental, es imprescindible plantear otras formas de hacer política y desarrollar un modelo de militancia que se adapte a ella.

domingo, 2 de octubre de 2022

El reformismo da alas al fascismo


La socialdemocracia, las políticas reformistas que durante tanto tiempo han estado al frente de los gobiernos no han impedido el deterioro de las condiciones de vida de las clases trabajadoras, por más que las actuaciones concretas que han venido realizando y realizan vienen a ser algo que no supera la entrega de pequeñas migajas a la población. Pequeñas concesiones, en muchos casos caritativas sin la capacidad de dar una radical solución a los problemas de explotación y opresión que afectan a las condiciones de vida de los pueblos.

Estos gobiernos socialdemócratas han contribuido a la continua pérdida de derechos de las clases trabajadoras, a ser incapaces de frenar el incremento de la depauperación que alcanza los sectores sociales que sufren la falta de viviendas, la precariedad laboral, la privatización y el socavamiento de los servicios públicos, el abandono de los jóvenes, la entrega de los recursos naturales a las grandes empresas eléctricas, la ruina de los pequeños y medianos agricultores, etc.

El reformismo ha creado partidos que están en la frontera de enfrente y por tanto no sirven para nada a la clase obrera. Buen ejemplo lo tenemos en la actualidad con el PSOE, Podemos Siriza y otros, que huyen de la lucha de clases y renuncian a ser partidos de vanguardia capaz de orientar las luchas de los trabajadores y de los pueblos, partidos imbuidos y más atentos a la personificación de las relaciones sociales de producción, como decía Marx; es decir, algo muy estudiado y fomentado por las élites para dividir y desviar la atención a la lucha contra el sistema globalmente considerado. Se trata de la creación de enemigos concretos que nos alejen de la lucha contra el sistema capitalista en su totalidad. Esto es, el reclamo a culturas populistas que fragmentan al enemigo al que tenemos que enfrentarnos, rehuyen la denuncia del sistema de explotación capitalista, y se centran es aspectos concretos aislados que en su conjunto forman parte y están inscritos en la la irracionalidad del capitalismo. Son las ideas en las que se centra la crítica burguesa sin atreverse a entrar en el nexo de unión de todas ellas, que forman el origen de la cuestión, la lucha de clases. Este campo de acción de las políticas y movimientos reformistas inscritos en la democracia burguesa se centra en los banqueros, los políticos corruptos, el parlamentarismo ineficaz, los monopolios, en una palabra el úso de “la casta” que vale para todo. Es la recuperación de las bases del populismo que se centran y banalizan el feminismo, ecologismo, y otros conceptos con tal de rehuir la lucha de clases como una totalidad que engloba a todos esos movimientos parciales y fragmentados.

En este ambiente nos encontramos con partidos que buscan acuerdos totalmente imposibles para cuadrar el círculo intentando el consenso entre trabajadores y empresarios, el acuerdo entre explotador y explotado, la paz social de los muertos, con una visión ciega en el parlamentarismo, sin tener en cuenta la lucha de clases y sin hurgar para nada en la raíz de la contradicción que es la plusvalía que arranca de la propiedad privada de los medios de producción y el hecho de que la inmensa mayoría de la sociedad depende de un salario que unas veces no puede obtener.

En nuestros días el reformismo convive con el poder económico y cultural y no se atreve a tomar medidas que molesten a la burguesía y que sean comprometedoras para la reproducción ampliada de capital, para la explotación y la propiedad privada de los medios de producción; como hemos mencionado, su ámbito político se reduce a actuaciones relacionadas con la caridad, ecologismo, humos, residuos, y poco más. Los partidos que se llaman socialistas y comunistas han abandonado las ideas políticas que le dieron vida, renunciando a dominar y transformar el aparato del estado para avanzar hacia el socialismo, abandonar al control popular y obrero de los medios de producción.  Estas tareas ya no entran en su ideario, ni en sus programas.

La transformación del aparato del estado no es una tarea fácil. Las lecciones de la historia lo ponen de manifiesto. No es nada fácil, ni mucho menos, que el estado capitalista servidor de los intereses de los ricos, de los banqueros, de los grandes empresarios y arraizado socialmente cambie de manos para colocarse al servicio de los trabajadores y sectores populares. La memoria histórica de los pueblos nos recuerda que las burguesías para mantenerse en la jerarquía social emplean las violencias más extremas, sin importarles el recurso a las matanzas humanas como última trinchera en la que resistir antes que ceder el poder político y económico, y la pérdida del control del aparato del estado. La burguesía jamás entrega amistosamente sus posiciones de poder aceptando la paz y la concordia de unos resultados electorales. El Che, Mao y otros grandes revolucionarios pudieron comprobarlo, y así lo decían, que el poder nace del fusil.

El fascismo crece y se extiende a toda vela porque en la actualidad los trabajadores ven como los resultados son los mismos sean gobiernos de conservadores o liberales que se presentan con las caretas de socialistas; la conclusión final es independiente del voto dado a unos u otros, las cosas no cambian para nada, ni evitan el empeoramiento de sus condiciones laborales, la pérdida de derechos sociales y el empobrecimiento genealizado que afectará a sus hijos que encontrarán mil dificultades para tener unas posibilidades de vida dignas.

Buena parte de la izquierda tiene culpa de que nos hayamos olvidado de lo que son los fascismos, de los masivos crímenes cometidos por el nazismo y  el facismo en Alemania, Italia o España, en el Este de Europa o en la URSS, aunque tampoco se dice nada de los exterminios masivos cometidos por las democracias burguesas en esas fechas y en posteriores períodos de tiempo. La prensa y la mayoría de los historiadores han pasado de puntillas sobre estas historias de dolor y sacrificio. Ya no nos acordamos de los bombardeos sobre Durango y Guernica, sobre Irak y Vietnam o los bombardeos de los nazis sobre Londres, y de los fascistas españoles sobre Madrid o Barcelona. Después las democracias burguesas dieron cobijo y protegieron a miles de nazis expertos en reprimir a los movimientos de lucha contra el fascismo y el nazismo, no conformes los dieron paso a formar parte de las policías nacionales y de los ejércitos como la OTAN. No sólo este tipo de expertos tuvieron aposento en la estructura militar de los países de ocidente, también policías, jueces, maestros educadores, políticos y toda una fauna que había formado parte del monstruo facista. Con el apoyo de la Iglesia Católica y de otras religiones cientos de facistas se libraron de la justicia y pasaron  servir a estados que se llaman democráticos pero que tienen en silencio la semilla de la represión por si en un momento determinado los procesos revolucionarios de las clases explotadas tuviron un florecimiento y pusieran en peligro el gobierno de la burguesía.

Los trabajadores se alejan del sistema político instaurado en la transición puesto que son olvidados por los partidos políticos que mantienen y dan vida al régimen monárquico, consideran que esos partidos son corruptos, que los diputados y senadores, altos cargos y ministros viven estupendamente disfrutando de privilegios, con buenos sueldos, que sólo se preocupan de buscar colocaciones en el aparato del estado a sus dirigentes y militantes. En este ambiente, el triunfo de la ultraderecha, de los fascismos encuentra muchas facilidades. Las clases populares entienden que el fascismo es la alternativa a quienes se han dedicado a construir una sociedad individualista volcada en el consumo y en la ficción del capital, con una cultura idiotizada que venden sistemáticamente las fábricas de mentiras como las televisiones y medios de comunicación, empresas de producción ideológica como las factoría Disney y Hollywood que inundan a todas horas del día y de la noche nuestras pantallas de una cultura autoritaria y alienante.

Lo que debemos tener claro es que nadie nos va a defender del fascismo y su crecimiento electoral. Si alcanzan el triunfo en las urnas darán paso a la puesta en marcha de políticas ultraconservadoras en todas las esferas de la vida particular y social, con ejes fundamentales que aseguren el beneficio al capital y el nacionalismo retrógrado y necesario para el la obtención de la máxima plusvalía. desde la represión a las clases trabajadoras hasta la persecución de lo que es diferente pasando por los inmigrantes.

Ante la pregunta de lo que podemos hacer nosotros está claro que somos débiles no tenemos muchas fuerzas para decidir e influir decisivamente en el tablero político, pero sí podemos hacer lo que nuestras posibilidades nos permitan desde difundir y colaborar en la construcción de un partido obrero y revolucionario que tome los principios de quienes lucharon y crearon un movimiento por la justicia y el socialismo. Por la participación y  la organización.