domingo, 19 de febrero de 2023

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN EL PANORAMA POLÍTICO EXTREMEÑO

 

Quien pueda seguir las noticias regionales de canal Extremadura TV o la prensa escrita de ámbito regional, puede comprobar cómo se ha impuesto un criterio informativo herméticamente monolítico en todo lo relacionado con el ámbito socio-político que afecta a la Junta de Extremadura. Las propuestas sanitarias, educativas y culturales, las previsiones inversoras y perspectivas empresariales del gobierno regional inundan las noticias que vomita especialmente el canal televisivo en todas sus sesiones informativas.

La mayoría de las crónicas que se publican ofrecen una visión de futuro extraordinario prometedor y halagüeño gracias a Vara y a sus hombres. La fachada informativa oficial se presenta con unos puntos de vista que no implican ningún tipo de disenso, sino todo lo contrario, a veces superan los límites del éxito político, racional y humano, a los que puede aspirar un gobierno. No hay opción a una información alternativa, diferente, a las que nacen del gobierno regional y sus portavoces.

Sin embargo, los extremeños y extremeñas estamos impacientes y desconfiados de todo lo que se nos advierte acerca del futuro de nuestra región.  La experiencia nos ha llevado a la desconfianza porque lo prometido se diluye en el tiempo. Ningún mecenas ha venido de modo generoso a impulsar el desarrollo y el progreso del pueblo extremeño. Todo lo que se establece y consolida en el territorio extremeño se hace con el aprovechamiento de nuestro suelo, nuestros presupuestos, nuestros recursos naturales, y el sudor de nuestra fuerza de trabajo.

Al margen de lo que difundan los medios de comunicación escritos, radiados y televisivos, el panorama político general de la región extremeña viene definido por un sentir popular de desconfianza, desmovilización y atomización de la militancia crítica.

Algunos rasgos que nos atrevemos a señalar: Un escepticismo en la clase empresarial regional que para obtener más ganancias en el marco de la crisis establece con plena libertad unas relaciones laborales intensamente explotadoras de la fuerza de trabajo; una desconfianza en un gobierno regional que vive en un mundo fantasioso y alejado de la población trabajadora, confiado en el éxito electoral que le darán sus proyectos industriales; un recelo e incredulidad sindical, por la actitud de parálisis de unos sindicatos más interesados en buscar la placentera sombra del poder político regional.

Tampoco hay que dejar de lado la contribución al sentir popular del comportamiento de los partidos políticos más importantes de la región, PSOE, PP, CS, VOX, UP. Por un lado, la actitud de subordinación a Madrid de todos ellos, implica que en comparación con los diferentes territorios del estado español ocupemos unos porcentajes elevados en los niveles del desempleo, de la pobreza y la exclusión social.

En segundo lugar, los reproches y enfrentamientos inútiles entre los políticos en la Asamblea de Extremadura y en otros foros municipales y provinciales forman parte del teatro de la democracia, son una pieza del espectáculo que trata de deleitar al pueblo en su amodorramiento, sin buscar ni examinar soluciones efectivas a las necesidades de la población, como el empleo, la vivienda, la cultura, la educación, los suministros básicos y otros asuntos de primera importancia para la población.

Por último, en colaboración con los medios de comunicación regionales más importantes, de mayor difusión, contribuyen a la defensa y estabilidad del tablero de la pseudodemocracia, dando plena cobertura a la estabilidad y persistencia del corrupto régimen monárquico.

No hay libertad de prensa, porque a la clase dominante, empresarial y política no le interesa que haya medios alternativos en nuestra región que puedan dar otra opinión e información que sobrepase los límites del marco político del régimen democrático burgués, de aquí que la libertad de expresión esté enormemente restringida a favor de la clase dominante extremeña.