viernes, 21 de abril de 2023

EL DESENCANTO PROVOCADO

 

En síntesis, el desencanto con la política y con la democracia tiene raíces profundas que arrancan de los efectos devastadores que el capitalismo ejerce sobre las sociedades, cuyo efecto último es el acrecentamiento de las desigualdades sociales empobreciendo a los más pobres y concentrando la riqueza en una minoría social.

Las políticas conservadoras y socialdemócratas han profundizado en las diferencias y no han sido capaz de resolver los efectos negativos de las sociedades caracterizadas por la propiedad privada de los medios de producción. No es posible un capitalismo más humano, antes o después se desboca y vuelve a las andadas.

 La única alternativa para mejorar y hacer frente a estas arbitrariedades generadas por los efectos devastadores de la sociedad dividida en clases es con más democracia popular; raíces democráticas asentadas en el pueblo que sirvan como palancas capaces de impulsar y avanzar hacia el establecimiento de los pilares del socialismo. De otro modo, con el desencanto democrático estamos dando pasos a la entronización de gobiernos antidemocráticos, gobiernos radicales de extrema derecha como estamos viendo ya en algunos sitios.

 

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