Hoy lunes tendremos en
Extremadura la visita de la ministra de Sanidad Carolina Darías con motivo del
plenario del consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Desde UED-PSLF
consideramos que es un momento apropiado para que Carolina Darías tengan en
cuenta los muchos nubarrones que oscurecen el panorama de la Sanidad Pública
Extremeña.
En
este sentido, para aclarar el horizonte sanitario y superar los graves problemas
que padecemos en la región extremeña, consideramos prioritario la puesta en
marcha del contenido de la Iniciativa Legislativa Popular de Recuperación del
Sistema Nacional de Salud (ILP), organizada y desarrollada por la Coordinadora
Anti privatización de la Sanidad Pública (CAS), en la que hemos participado
intensamente junto con movimientos de pensionistas y compañeros de la CNT. Los
puntos de la ILP son totalmente imprescindibles si se quiere mejorar la calidad
del sistema sanitario español, y en concreto el de nuestra región.
- Atención sanitaria y Universal para todas las
personas.
- Derogación de las leyes privatizadoras y
recuperación de los centros privatizados.
- Creación de un sistema público de farmacia y
productos sanitarios.
- Recuperación y reforzamiento de la atención
primaria, dotándola del 25 % del gasto.
- Atención sanitaria de los centros de mayores en
manos del sector público.
Carolina Darías,
ministra de Sanidad, del gobierno de coalición (PSOE, UP) al igual que los partidos
y organizaciones sindicales (CCOO, UGT) que les apoyan, en conjunto,
constituyen lo que denominamos la Izquierda Institucional, han tenido una
actitud muy negativa en relación con la Iniciativa Legislativa Popular en
Recuperación del Sistema Nacional de Salud (ILP).
La CAS en repetidas
ocasiones ha manifestado de que “no ha tenido el apoyo de lo que se llama la
Izquierda Institucional a pesar que se les informó del contenido de la ILP y se
les convocó en varias ocasiones. En todo caso, han estado maniobrando para
impedir que la ILP se difundiera, para evitar que en
año preelectoral, PSOE y Unidas Podemos tuvieran que
retratarse en el Congreso votando en contra de
propuestas, que mientras estuvieron en la oposición prometían aprobar cuando gobernaran”.
Más bien, “los
esfuerzos de todos estos grupos políticos y sindicales, al menos de sus
direcciones políticas, han estado centrados en deslegitimar y boicotear la
difusión de la campaña, y ahora que nos acercamos al circo electoral,
reaparecen en las calles con el apoyo de los “medios de comunicación
progresistas”, para desviar la atención de las causas del caos sanitario,
con los reclamos de “la sanidad no se vende, se defiende”. Lo que sí
persigue la “izquierda del capital”, es
ocultar que la desastrosa situación sanitaria es simplemente el resultado de la
aplicación de las leyes estatales que ellos están manteniendo, aún
contando con la mayoría parlamentaria para echarlas abajo.
No dudamos que como
viene aconteciendo con las visitas de ministros volvamos a escuchar mensajes
publicitarios relacionados con la llegada de millones, en esta ocasión para la
subida a los cielos de la sanidad extremeña. No obstante, si la ministra quiere
responder a las necesidades de la población trabajadora extremeña tiene que
poner todo su empeño en lograr que las políticas públicas vayan en la dirección
de lograr que las listas de esperas se reduzcan, que no se sigan externalizando
actividades relacionadas con los centros sanitarios, que se incrementen el
número de profesionales sanitarios en los centros de salud, que mejore el
funcionamiento del transporte sanitario, y la sobremortalidad merezca una
explicación por parte del Gobierno; la realidad es que todos los partidos sin
excepción han cerrado filas, y nos han metido en una guerra, que no es nuestra,
y anuncian en los presupuestos para 2023, 48.833 millones de euros
(casi el 4% del PIB), más de la mitad del gasto sanitario
público, no para rescatar la sanidad, sino para alimentar un nuevo ciclo de
rearme que nos va a llevar a un suicidio colectivo como sociedad. etc.