lunes, 9 de mayo de 2016

EN DEFENSA DE LA ESCUELA PÚBLICA Y LAICA



EN DEFENSA DE LA ESCUELA PÚBLICA Y LAICA
Desde la ORGANIZACIÓN EN DEFENSA DE LO PÚBLICO (ODP) nos identificamos con las Plataformas que durante estas semanas han realizado movilizaciones en diferentes puntos del país en defensa de  una Escuela Pública y Laica. En sus movilizaciones han expresado algunos principios y peculiaridades que considerados como fundamentos de una enseñanza laica y en igualdad para todos. 

Así, la defensa de este modelo escolar nos obliga a expresar de modo contundente el rechazo unánime a la Ley Wert y a los procesos de elitización de la Universidad, que en varias ocasiones se han puesto manifiesto con dos huelgas generales y una larga campaña de manifestaciones.

Ante la convocatoria de nuevas elecciones, las organizaciones que defendemos un modelo de Escuela Pública, Laica y Gratuita, exigimos a los partidos políticos que se presentan a ellas, la paralización de dichas leyes, decretos y de los recortes educativos impuestos, para, después, avanzar hacia un gasto del 7% del PIB, que debe ser blindado institucionalmente frente a ataques a la calidad de la enseñanza como el sufrido en los últimos años.

Los recortes han contribuido al desprestigio de lo público, buscando su deterioro para justificar las políticas del gobierno del Partido Popular, además de que han afectado a la equidad del sistema, al mermar la capacidad de los centros para atender a la diversidad de su alumnado y establecer mayores barreras para el acceso a la enseñanza superior.

En la situación actual, hay que proceder a la derogación de la LOMCE, comenzando por una paralización de su aplicación, así como de las pruebas externas previstas para 3º y 6º de Educación Primaria. Una financiación adecuada, alcanzando el 7 por ciento del PIB, mayor contratación de profesores, y rebaja de las ratios de alumnos por clases puesto que no es de recibo que en Infantil se cuente con aulas con 25 niños.

DEFENDEMOS una evaluación continua e individualizada frente a unos exámenes que siguen a la perfección  la ideología de las reválidas franquistas de la Ley General de Educación y anteriores. El profesor es el que mejor conoce a sus alumnos, puede evaluar cuáles son sus fortalezas y debilidades, el ritmo al que adquiere conocimientos, cuáles son sus necesidades educativas y, en función de ello, tomar decisiones. Sin embargo, las pruebas de las revalidas son una evaluación externa que no tiene en cuenta las particularidades del alumnado. La educación no puede ser una carrera de obstáculos.