La política de trasfondo
Las medidas políticas de recortes sociales de los
gobiernos autonómicos y de la
Nación en manos del Partido Popular, aprovechando la actual
crisis total, son las que en otros tiempos no se atreverían a tomar, aunque
deseos no les falten nunca.
Deberíamos calificarlas como “las políticas de
trasfondo”. Es decir, son acciones que van más allá. Como si dijéramos un “Plus
Ultra” que es muy resultón y muy del “Imperio”.
Tras su primera apariencia de necesidad ineludible –“hay
que hacer lo que hay que hacer porque es necesario hacerlo”, ya sabéis- existe
una intención más, quiero decir, de más calado. Esa intencionalidad trae causa
de una forma de pensar que considera “lo público” como una antigualla, un
concepto pasado de moda que resulta ser un lastre para la “modernísima sociedad
postmoderna”. Imaginan ellos una sociedad que, superada la díada
izquierda-derecha, renace en una suerte de equilibrio que siguiendo el índice
de Colón navega con viento a favor y rumbo fijo. Son únicos y es único el
pensamiento.
Su modelo es el descubrimiento de una nueva frontera
que de nuevo tiene, si lo tiene, la inyección por la aplicación de las
tecnologías del momento en el rendimiento de lo que manejan a su antojo; pero,
resulta ser, el camelo de siempre transfigurado en la globalización.
Mundialización decían los franceses de Sarko, que son más chic.
El
modelo que se nos viene, a poco que se le desplume –nosotros ya lo estamos-, a
poco que se le quite el disfraz es conocidísimo: la dualidad deliberada de los
pocos que se merecen todo y los muchos que por tantos (o por tontos, que
también los habemos) han de reconocer que no lo pueden tener todo, de modo que
avisados quedan, quedamos: ¡Bástense con un poquito y bien repartido, que hay
que ser justos!
Sí ya lo he dicho, pero es bueno repetirlo, en
Extremadura de aprobarse el Plan Económico-Financiero de Reequilibrio que ha
presentado ya la Junta
de Extremadura presidida por Monago sólo para este año, 2012, habrá un recorte
adicional de 549 millones de euros. El Plan contempla recortes desde ya hasta
2014 y es revisable, por supuesto.
Ya conocemos recortes en sanidad, dependencia, educación, cultura,
inversiones productivas y no productivas, pero vean algunas otras que vienen a
engrosar lo inteligente de las medidas:
·
Se
aprobará una norma durante este año de modo que “se modifica la deducción por
el trabajo dependiente, para moderar
el coste fiscal de este beneficio.
·
Se
suprimen:
Ø La deducción por vivienda habitual para
menores de 35 años, familias numerosas y minusválidos.
Ø La deducción autonómica por ayuda doméstica.
Ø La deducción por la rehabilitación de la
vivienda habitual.
Ø También, la deducción autonómica por las
donaciones con finalidad ecológica.
Desde luego, las hay de mayor calado. Pero es el botón
de muestra de la visión que tiene el grupo político responsable del gobierno de
esta tierra.
En este caso específico puedo decir alguno que la
vivienda tenderá a bajar de precio y no será necesario esas deducciones. Oír
esto da ganas de coger el tirachinas.
A las izquierdas presentes en la Asamblea les viene un
trabajo difícil y quizás, para algunos, incómodo. ¿Podrá sostenerse el gobierno
Monago enfundándose en estas medidas? Solo IU tiene la palabra.
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