sábado, 3 de diciembre de 2022

En apoyo a la Coordinadora Antiprivatización Sanidad Pública (CAS) y su defensa de una Sanidad Pública y Universal

 


Desde UED-PSLF nos identificamos en todos sus términos con las manifestaciones realizadas por la (CAS) Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad Pública en relación a lo que viene sucediendo con la (ILP) Iniciativa Legislativa Popular para la recuperación de la sanidad pública.

Así, en una reciente comunicado del día 2 de diciembre, titulado” Sobre el papel de la izquierda en la ILP para la Recuperación del Sistema Nacional de Salud”, la CAS informa que ninguna de las direcciones de las organizaciones políticas en el Congreso de los Diputados, ni de sindicatos como CCOO y UGT, así como directivas de asociaciones corporativas de medicina y enfermería, y de otros colectivos, plataformas y mareas que dicen defender la sanidad han apoyado la defensa de la Iniciativa Legislativa Popular en los diferentes territorios del estado español, si bien quieren destacar que han tenido colaboración de personas a título individual pertenecientes a estas organizaciones políticas, sociales y civiles.

En este orden de cosas, tenemos que decir que UNAEXTREMADURADIGNA (UED-PSLF), estuvo desde el primer día al pie del cañón colaborando con compañeros de colectivos pensionistas y de la CNT de Badajoz en la difusión y en la recogida de firmas de apoyo a la ILP en diferentes localidades como Badajoz, Mérida, Almendralejo, Don Benito, Villanueva, Cáceres y Villafranca de los Barros. Por supuesto que nos consta que otras muchas personas también estuvieron recogiendo firmas en estas y otras localidades extremeñas a título individual o pertenecientes a otros colectivos.

Esta iniciativa para la recuperación del sistema sanitario público en el estado español se basaba en 5 puntos:

  1. Atención sanitaria para todas las personas, universal.
  2. Derogación de las leyes privatizadoras y recuperación de los centros privatizados.
  3. Creación de un sistema público de farmacia y productos sanitarios.
  4. Recuperación y reforzamiento de la atención primaria, dotándola del 25 % del gasto.
  5. Atención sanitaria de los centros de mayores en manos del sector público.

 

La CAS señala textualmente en su comunicado: “Por tanto, tenemos que denunciar que todos aquellos grupos, que englobados en la “izquierda institucional”, han maniobrado para impedir que la ILP se difundiera, para evitar que en un año en el que comienza el circo electoral, PSOE y Unidas Podemos tuvieran que retratarse en el Congreso votando en contra de propuestas, que mientras estuvieron en la oposición prometían aprobar cuando gobernaran.

Sin embargo, todos estos grupos políticos reaparecen ahora en el momento preelectoral con los reclamos de “la sanidad no se vende, se defiende”. Lo que sí persigue la “izquierda del capital”, es ocultar que la desastrosa situación sanitaria es simplemente el resultado de la aplicación durante estas décadas pasadas de las leyes estatales que ellos están manteniendo, aunque contaban y cuentan con la mayoría parlamentaria para echarlas abajo.

La voladura controlada del Sistema Nacional de Salud no permitirá “oasis” sanitarios, ya que afectará a todas las Comunidades Autónomas. La estrategia de desmantelamiento de los llamados “servicios públicos” alcanzará todos los territorios y todos los sectores, acelerándose cada vez más con las medidas que el Estado está tomando, y aun reforzará mucho más con la agudización de la crisis energética y eco-social.

Así, mientras el sistema sanitario se hunde, las ambulancias salen sin médico, falla el transporte sanitario, se desmantelan los servicios de urgencias, la Atención Primaria se colapsa, las listas de espera se disparan, la masacre de las residencias continua impune con los mayores que sobrevivieron de nuevo olvidados, y la sobremortalidad sigue sin merecer una explicación por parte del Gobierno, todos los partidos sin excepción han cerrado filas, y nos han metido en una guerra, que no es nuestra, y anuncian en los presupuestos para 2023, 48.833 millones de euros (casi el 4% del PIB), más de la mitad del gasto sanitario público, no para rescatar la sanidad, sino para alimentar un nuevo ciclo de rearme que nos va a llevar a un suicidio colectivo como sociedad.

Sin embargo, la esperanza que tenemos es la de que históricamente las sociedades se han organizado desde la base cuando han tenido lugar graves crisis. La unidad de los trabajadores/as es la esperanza, mientras que políticos y gestores son el obstáculo, para lograr un sistema sanitario verdaderamente democrático y universal, no dirigido por intereses comerciales, que actúe contra los “productores de enfermedad” y establezca como prioritaria la salud colectiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario