jueves, 21 de junio de 2012

LA ELIMINACIÓN DE LAS SUBVENCIONES PARA LA AYUDA A DOMICILIO


La obsesión del gobierno por disminuir el Estado del Bienestar con el fin de obtener recursos para pagar el agujero que ha dejado la burbuja inmobiliaria y aprovechar para la privatización de la sanidad, la educación y los servicios públicos, no tiene límites. Los recortes en la provisión de servicios públicos que atienden principalmente a las clases trabajadoras y a los sectores sociales más débiles, son los má castigados.  Así, hasta la fecha, las Corporaciones Locales no han recibido las subvenciones que les permiten dar los servicios de ayuda a domicilio que prestaban a las personas dependientes. Las políticas de austeridad  en los servicios del Estado del Bienestar repercuten sobre las capas sociales más humildes que son quienes los utilizan; en este caso concreto, los perjudicados son las personas mayores y dependientes que tienen diferentes grados de necesidades vitales.


En nuestro pueblo, al igual que en otras localidades de nuestra región la nueva situación que se presenta para las personas que necesitan las ayudas será cada día  más difícil y compleja. Algunas de ellas recurrirán a sus familiares y en muchos casos, cuando no exista el entorno familiar que compense las necesidades que no pueden dar los ayuntamientos por la falta de medios, que sin consideraciones está reduciendo el gobierno, se encontrarán con situaciones en las que sus condiciones de vida serán bastantes angustiosas. A los dependientes que tengan posibilidades y a sus familias, no les quedará otro remedio que utilizar recursos propios para la contratación de una persona que le atienda.

La aplicación de estas políticas de austeridad no sólo llevan a la angustia a un sector importante de la sociedad que es la que más necesita de la protección del Estado, sino que repercuten de manera muy negativa en el empleo y en la conciliación de la vida familiar y laboral. La anulación de las ayudas para el ejercicio de estos servicios públicos condena a muchas trabajadoras al desempleo; en este sector, la mayor parte de la población laboral son trabajadoras.

Cada vez la ciudadanía es más consciente de que las políticas neoliberales que se están aplicando en este país están dirigidas a la liquidación del estado del Bienestar sin tener en cuenta que todos sus efectos recaen en las capas trabajadoras y en los sectores sociales más débiles. En contraposición, de un modo obsceno, el poder político no tiene ningún escrúpulo para inyectar miles de millones de euros a los bancos y a los banqueros con sueldos y pensiones millonarias.

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