jueves, 8 de agosto de 2013

LOS ALCALDES Y CONCEJALES Y LA MOVILIZACIÓN SOCIAL



En sus declaraciones a un diario regional, un alcalde extremeño, manifiesta que en su pueblo, desde septiembre hasta junio, se van a crear 60 puestos de trabajo a media jornada.  Las estadísticas de la EPA nos indican que en esa localidad hay un número próximo a los 800 parados.


Los planes institucionales de la Junta de Extremadura y de la Diputación Provincial darán trabajo en la localidad del “ regidor” a un número muy limitado de trabajadores, unos 60 parados a media jornada, lo que no es para tirar cohetes, pues con este horizonte de empleo, el porcentaje de trabajadores en paro se reduce un número poco importante. Lo peor de todo es que el nivel de aceptación de la situación económica y social  es tal que poco a poco nos estamos acostumbrando a considerar como normales los niveles de paro que hay en nuestras localidades, y que en muchos casos superan el 35 % de la población en edad de trabajar.



 La realidad es que Extremadura poco a poco se hunde económica y socialmente. Las perspectivas vitales en nuestros pueblos ofrecen un panorama desolador. A la caída de la escasa actividad laboral y a la falta de creación de riqueza, se une que los sistemas de protección social  se desmantelan, se reducen hasta niveles mínimos la prestación de servicios públicos y se suben los impuestos regionales y municipales, con todo esto, lo que nos espera es un importante aumento del desempleo y un incremento del número de familias extremeñas con niveles de vida debajo de los límites de los umbrales de la pobreza. 


Cada día es más incuestionable la necesidad de que se dé un giro radical a las políticas públicas que proponen desde Europa, la Comisión Europea, el FMI y el BCE y que con tanta facilidad son asumidas por los mandatarios de las instituciones nacionales y regionales. Estas políticas son complacientes y satisfacen los intereses de las clases ricas de Europa y de España. El gobierno de Rajoy en España y el de Monago en Extremadura las siguen a pié juntillas, aún a costa como ya se ha dicho de aumentar la pobreza de los trabajadores y de las clases populares. 


Los alcaldes y concejales son las personas que más directamente observan y conocen las tremendas dificultades que están pasando las familias extremeñas, y por eso, no pueden permanecer ”estáticos y satisfechos” ante las circunstancias que nos rodean, tienen que denunciar las políticas que nos están llevando a la miseria y a la pobreza y que están acabando con el futuro de nuestra juventud. 


Los alcaldes y concejales, junto a las organizaciones políticas y sociales, son las fuerzas vivas que tienen la obligación de movilizar a los trabajadores, a los pensionistas, a los trabajadores autónomos, a los pequeños y medianos empresarios, etc. En definitiva, tienen la obligación de activar a todos los sectores sociales para reivindicar con energía ante los poderes regionales y nacionales la puesta en práctica de planes de empleo público que combatan de verdad el elevado desempleo, inversiones en los polígonos industriales y en la mejora de los servicios públicos (educación, sanidad, …)

 Además, los Regidores Municipales, los Alcaldes y Concejales, tienen la obligación de contribuir de una forma muy importante a la unidad de las fuerzas políticas y sociales que estén empeñadas en cambiar la situación actual y el futuro de nuestros pueblos.

 Que nadie piense que si seguimos como estamos, con complaciencia y satisfacción, sin movilizaciones sociales, así por las buenas, se va a producir un cambio de política; el PP en España y en Extremadura, está muy afianzado, defiende muy bien los intereses de la banca, de la gran patronal y de las grandes fortunas.

 Para que esto cambie, hay que acumular las fuerzas necesarias que permitan  echar del poder a la oligarquía que nos gobierna; de otro modo las cosas seguirán igual,  muy bien para algunos y muy mal para las familias de los trabajadores y otros sectores socia

No hay comentarios:

Publicar un comentario