Una visita a los centros
de salud de algunas localidades y centros hospitalarios hacen visible como el
incremento de las personas afectadas por gripe y COVID está llevando a una
situación de enorme tensión al sistema sanitario extremeño.
La respuesta sanitaria general
y concreta en este momento ante este estado de cosas obligan a la Consejería de
Sanidad a tomar una serie de medidas que aumenten los recursos humanos de
centros de salud y hospitales.
No podemos olvidar la
necesidad de colaboración del Estado con la sanidad extremeña, actualmente muy
preocupado en incrementar los presupuestos militares y cumplir las órdenes de
la OTAN y el Imperialismo.
Algunas medidas evidentes
son las siguientes:
1.- El incremento de la
financiación para la mejora de la Salud Pública y al reforzamiento de la
Atención Primaria. Así como para dar una respuesta satisfactoria a la
prevención de las enfermedades crónicas y a las nuevas epidemias.
2.- Hay que favorecer modelos sanitarios
desmedicalizados para lo que se deben mejorar las plantillas y las condiciones
laborales de los sanitarios integrando otros servicios profesionales para un
enfoque más global en la salud, en los que se tengan en cuenta los aspectos
emocionales, físicos, sociales y mentales.
3.- Son necesario planes
para una reducción de las listas de espera en consultas médicas, diagnóstico o
cirugías para dar respuesta a las personas pendientes de atención sanitaria en
la comunidad extremeña.
Sin embargo, no solo donde gobierna la
derecha empeora la Sanidad Pública. El “gobierno progresista” no ha dado ni un
solo paso para revertir las privatizaciones de los últimos años ni para
reforzar el sistema público.
Más bien al contrario: la subida de presupuesto en los PGE 2023 apenas compensó
la inflación de ese año mientras el militarismo aumentó un 26% su presupuesto.
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