lunes, 13 de noviembre de 2023

ALGUNAS NOTAS SOBRE EL CONFLICTO PALESTINO

 


1.- LOS ORÍGENES

Lo que ocurre en Palestina no es un conflicto tan antiguo ni es complicado. La raíz histórica y geopolítica del mismo tiene apenas 200 años. La PALESTINA HISTÓRICA fue habitada y dominada por diferentes pueblos cananeos, filisteos, hebreos; eran nómadas y semitas. David al frente de los hebreos fundó el primer reino judío. Desde el siglo séptimo al vigésimo Palestina fue controlada y gobernada por musulmanes. La presencia judía fue muy minoritaria.

El germen del Estado de Israel está relacionado con un movimiento surgido en Europa en el siglo XIX. El origen geográfico del sionismo no es oriental sino europeo. El sionismo es la ideología que propugna un estado para el pueblo judío en el territorio en el que nació la religión que le da nombre.  El sionismo nace en un periodo en donde el contexto es de una enorme hostilidad hacia las comunidades judías en Europa, especialmente en el este y en el centro del continente. El considerado padre intelectual del sionismo es Theodor Herzl (1860-1904) que había nacido en Hungría por entonces parte del Imperio Austriaco. Su obra en 1896, el Estado Judío, intenta dar solución a la diáspora de judíos en el mundo y propone la emigración a Palestina con la creación de un ESTADO que aglutine a todas las comunidades judías del mundo.

El movimiento sionista agarró fuerza de modo rápido, así en 1897 se celebró el primer congreso sionista en SUIZA. Ahí se acuerda la promoción de la emigración e instalación en Palestina; se considera este lugar porque es la tierra en donde habían nacido los aspectos culturales- religiosos del pueblo judío. Pero en aquél entonces el territorio de Palestina pertenecía al imperio Otomano cuyas autoridades eran musulmanas y en consecuencia se negaron y opusieron a tal idea que concentrara a gentes que no eran musulmanes en ese territorio. Pero en 1917 con la Primera Guerra Mundial el Imperio Otomano se desmorona y Palestina cae en manos del imperio británico.

Ese mismo año el sionismo recibe el espaldarazo mediante la declaración de BALFOUR. De este modo la corona británica da su beneplácito a la creación de un Estado Judío, favoreciendo el desplazamiento y el establecimiento en Palestina como un hogar nacional para los judíos. Esta declaración británica coincide con una creciente homofobia contra los judíos en varios países europeos, lo que contribuye a favorecer la emigración y establecimiento de familias judías en PALESTINA.

La decisión británica no es baladí, tiene como objetivo además de debilitar al mundo árabe creando discordias por esta decisión y asegurarse el control del Canal de Suez, paso fundamental para los intereses comerciales ingleses. La masiva llegada de emigrantes produce tensiones con la mayoría musulmana que desde siempre durante milenios habían habitado en Palestina, con brotes de violencia entre llegados y establecidos. Los británicos prometieron a los musulmanes que también tendrían su propio estado, promesa que no se cumplió.

El sionismo siguió intentando apoderarse de todos los terrenos palestinos. Un procedimiento muy utilizado fue la adquisición de tierras. En Suiza se creó una entidad financiera en manos de empresarios judíos el KKL que aún hoy existe, como método de colonización. Esta entidad compró enormes extensiones de tierras a los campesinos árabes para acaudalados judíos de Europa. Esta acción financiera fue pareja a otros métodos menos sutiles; esto se desarrollaba a la vez que diversas fracciones sionistas ejecutaban acciones violentas contra los árabes al objeto de expulsarlos de sus casas y territorios. Los sionistas crearon varios grupos armados como HAGANÁ, una escisión radical fue el IRGUN que entre otras acciones mataron al secretario de Estado de la corona inglesa y a 91 personas con una bomba en el Hotel David el 22 de julio de 1926 en Jerusalem que albergaba al gobierno británico y cuartel militar en Palestina. El IRGUN se fraccionó en el LEGI que continuó con su cadena de atentados, asesinatos selectivos contra árabes, contra los ingleses y contra poblaciones árabes. Ni qué decir tiene que el ascenso al poder de Hitler en 1933 disparó la emigración a Palestina. La bomba la puso el precursor del LIKUD partido que ha gobernado y, participa en el gobierno de Israel en muchos años.

Sin embargo, en agosto de 1933, ocho meses después de la llegada de Hitler al poder se cerró un pacto entre la federación sionista de Alemania y el gobierno alemán. El pacto consistía en que los judíos podían marcharse libremente a Palestina siempre que dejaran su dinero en Alemania o lo invirtieran en la compra de objetos y bienes que sí podían llevárselos. Las estadísticas de la época dan unos 60.000 judíos alemanes que se marcharon a tierras “elegidas”. Esto se conoció como el acuerdo de HAAVARA, un intento por resolver el problema palestino en Alemania. Este acuerdo duró unos seis años hasta los inicios de la segunda guerra mundial.

Tras el atentado del Hotel Rey David y los atentados contra las tropas y bienes ingleses, estos comienzan a retirarse de Palestina, planteando el proceso de partición del territorio palestino que llevaría a la creación del Estado de Israel. Los británicos irían cediendo sus posiciones a los judíos sionistas encabezados por el grupo terrorista IRGUN. El 15 de mayo de 1948 los ingleses deciden retirarse de Israel agobiados por los atentados de los grupos sionistas. Aprovechando este estado de desorden del mandato británico David Ben Gurión, líder del movimiento sionista, declaró unilateralmente en 1948 el Estado de Israel de acuerdo al plan trazado por las Naciones Unidas que en 1947 habían establecido un plan de partición de Palestina para crear dos Estados, uno árabe y otro judío. El plan no se llevó a cabo, sólo en lo correspondiente a la declaración unilateral de los sionistas. Las Naciones Unidas aceptaron en 1949 el Estado de Israel.

En los años siguientes, continua sin freno la extensión del sionismo para controlar y adueñarse de los territorios palestinos, siendo una constante con asesinatos de hombres, mujeres y niños sin piedad, llegando al punto de arrinconar en Gaza a millones de palestinos en lo que se conoce como una cárcel a cielo abierto. Hoy más del 85 % de Palestina está en manos de los judíos sionistas.

2.- EL PROYECTO COLONIAL

EN DEFINITIVA, LO QUE ES UNA EVIDENCIA ES QUE “EL PROCESO DE CREACIÓN Y SUPERVIVENCIA DEL ESTADO DE ISRAEL ES UNA MANIFESTACIÓN DE LOS EFECTOS DE UN PROYECTO COLONIAL DE RAÍZ EUROPEA IMPUESTO SOBRE UNA POBLACIÓN QUE NO SE RESIGNA Y RESISTE FEROZMENTE A SER UNA COLONIA”. NO SE PUEDE ANALIZAR LO QUE OCURRE EN GAZA, CISJORDANIA O TEL-AVIV SIN TENER ESTO EN CUENTA.

El bombardeo de Hospitales, Escuelas, Ambulancias, casas habitadas, la destrucción de pueblos enteros, el océano de sangre que corre por las tierras palestinas se justifica con que entre los palestinos hay organizaciones como HAMAS que son terroristas. Sin embargo, estas organizaciones defensivas se han formado en la resistencia palestina. Los medios occidentales intentan distorsionar la realidad de las mismas y las razones que han tomado en consideración para ello son cuestiones religiosas o filosóficas. A pesar de todo,  HAMAS O EN EL FRENTE DE LIBERACIÓN DE PALESTINA O EN HEZBOLÁ son organizaciones políticas con un brazo militar que defienden hasta la muerte su territorio y no se resignan a ser colonos de los imperialistas occidentales.

La brutal agresión del asesino Estado de Israel continúa contra el pueblo de Palestina. Desde hace más de un mes y con la complicidad de eso que llaman comunidad internacional (que no es otra cosa que un puñado de gobiernos al servicio del gran capital), los ataques contra la población civil y la infraestructura básica del territorio, como centros residenciales, hospitales, escuelas etc., no han cesado ni un solo momento. Mañana, tarde y noche el ejército sionista continúa asesinando a cientos de personas (entre ellas más de 4.000 niños y niñas).

Por tanto, no es una guerra entre Israel y Hamás, es la agresión de un pueblo opresor sobre un oprimido. Es el genocidio que está cometiendo un ESTADO TERRORISTA que dispone uno de los ejércitos más poderosos del mundo contra una población acorralada en una franja de territorio, y que justifica su acción criminal en la búsqueda de terroristas en hospitales, escuelas, ambulaciones, reuniones familiares, etc.. Cuando un pueblo se defiende se dice que lo que hace es TERRORISMO y cuando un Estado asesina se dice que es una GUERRA LIMPIA.

Como hemos visto el Estado de Israel fue una creación artificial de las potencias europeas tras la segunda guerra mundial para quitarse de en medio a la población judía que habitaba en sus territorios y para controlar una zona estratégica rica en gas y petróleo, y controlar el comercio internacional en el canal de SUEZ. El lugar elegido fue el territorio de Palestina, enclavado en medio del Oriente Medio y zona estratégica para controlar las inmensas riquezas de gas y petróleo.

La organización sionista se apoderó del Estado y llevó a cabo una política de expansión territorial de expulsión de la población palestina de sus casas y sus tierras, un continuo exterminio de hombres, mujeres y niños que ha estado silenciado, salvo asesinatos muy sonados durante más de 75 años por los medios de comunicación occidental. Como reacción a estas continuas masacres nacieron diferentes organizaciones de resistencia palestina. Entre ellas, por ser la que tiene más influencia política, ganando las elecciones en GAZA ha sido HAMÁS, que además de esa influencia política dispone de una poderosa rama armada.

Los medios de comunicación occidentales no sólo han provocado un desarme ideológico y una manipulación, manteniendo un silencio casi absoluto sobre los crímenes judíos y si ahora dan informaciones casi siempre deformadas, es porque el ejército israelí ha sobrepasado todos los límites en su ola de crímenes y asesinatos de hombres, mujeres y niños de palestinos. Así y todo, en medio de este genocidio organizado y controlado por el Estado judío, y apoyado por los países de la Unión Europea y el imperialismo yanqui, algunos medios de comunicación se atreven a hablar de los atentados de la resistencia palestina como mecanismo propagandístico que ponga en duda la defensa y resistencia de las organizaciones de combate de los palestinos. La prensa occidental pretende justificar las acciones del criminal estado israelita con la impunidad sádica de occidente.

Ante estas masacres las organizaciones internacionales a lo más que llegan es a denunciar débilmente, pero no toman medidas contundentes que detengan esta ola de crímenes contra la humanidad, ni siquiera se plantean llevar al primer ministro judío ante la Corte Penal Internacional. Vamos de vergüenza. Por lo que respecta a los países occidentales continúan apoyando a Israel y el genocidio del pueblo palestino.

Nosotros, seguimos convocando manifestaciones para denunciar todos estos asesinatos y el genocidio que no cesa, día tras día, horas tras horas. La agresión de un Estado armado hasta los dientes contra la población palestina que sólo tiene a sus luchadores de la resistencia dispuestos a morir por su pueblo.

 

 

 

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