1.- LA REACCIÓN A LOS
EMIGRANTES UBICADOS EN EL ALBERGUE DE MÉRIDA
Esta mañana nos hemos acercado
a Albergue Municipal de Mérida en donde se encuentran acogidos personas
procedentes de Senegal. Consideramos que nuestra obligación es la de ofrecer
nuestra modesta colaboración en la medida de nuestras posibilidades a quienes
dirigen y están al frente del alojamiento municipal.
También conocíamos como
la OCDE ha exigido al gobierno español que hay que elevar el cómputo de las
pensiones a los 40 años, aumentar la edad de jubilación, subir el IVA, impuesto
que pagamos por igual los ricos y los pobres, los Botín, Galán y la clase obrera
como el resto de los españoles, la supresión de los beneficios fiscales a los
alimentos, los combustibles, la reducción del déficit público y los salarios de
los trabajadores.
Sin embargo, da la
sensación que lo que viene de la OCDE y de la Unión Europea no preocupa a los
políticos ni dirigentes sindicales, ni mucho menos a la población a la que se
tiene todavía muy entretenida con lo que queda del cúmulo de las fiestas de
verano, las juras de banderas y los desfiles militares en las que no falta la
presencia de los curas.
La gran preocupación de
algunos sectores sociales es la llegada de unos cientos de inmigrantes
senegaleses a Mérida, y a otros lugares del país. Esta arribada a Mérida, está
propiciando una polémica alimentada por dirigentes políticos y mediáticos
encuadrados en los sectores más reaccionarios de Extremadura que no han
ahorrado tiempo para poner en funcionamiento la maquinaria que alimente el desprecio
con tintes de racismo y xenofobia hacia las personas que vienen del Sur Global.
Como ya conocemos, los
mensajes de repulsa que se utilizan son abstractos y mil veces repetidos para
que sean fácilmente asumidos, a sabiendas de que hay grupos sociales muy receptivos
a este tipo de propaganda.
2.- LAS FALSAS
HABLADURÍAS
Las falsas habladurías
con las que se quiere provocar el rechazo popular a los inmigrantes se apoyan
en que reciben ayudas, viviendas públicas y en general, las voces que difunden
que son muy bien tratados por las diferentes administraciones públicas del
estado español; se dice en los corrillos que son “gentes” que están percibiendo
una mayor protección que personas y familias extremeñas en estado de necesidad.
Esta sencilla farsa propagandística está bien construida y organizada, pero la
realidad no tiene nada que ver con lo que se divulga. Las leyes de Extranjería
no tienen en cuenta las dificultades que encuentra una persona o familia sin
recursos en un país extraño; los que llegan legalmente sufren innumerables
pasos burocráticos antes de encontrar un trabajo o un techo donde resguardarse;
a los ilegales que llegan clandestinamente “en pateras o saltando la valla” se
les mete en los CEIP, en chabolas, tiendas de campaña, albergues, en naves
localizadas en los campos para la vendimia y la recogida de aceitunas sin las
mínimas condiciones para la habitabilidad, amontonados en las viviendas, sin
facilidades para el acceso a los servicios públicos.
En cuanto a los
inmigrantes que reciben ayudas sociales son una minoría, son casos excepcionales
que se les pueden contar con los dedos de la mano. Este hecho viene determinado
por una razón de peso que anula muchas habladurías: las leyes que rigen el derecho
a las ayudas sociales exigen la estancia en el territorio regional de tiempos
determinados, y de un conjunto de requisitos burocráticos de los que la inmensa
mayoría no disponen.
3.- EL NACIONALISMO
ESPAÑOL
La propaganda reaccionaria contra la
inmigración tiene como justificación la defensa a ultranza de las esencias del
nacionalismo español. Pero no nos engañemos este chovinismo carca y retrógrado lo
que hace realmente es diluir y ocultar los intereses económicos y sociales de
las clases dominantes. Los mensajes que
criminalizan a las personas que vienen del SUR GLOBAL (África, Asia, Oriente
Medio y países más pobres de Europa), encuentran un caldo de cultivo en aspectos
laborales o problemas derivados de comportamientos puntuales que difundidos hasta
la saciedad dan lugar a lo pretendido: rechazo social y cultural al inmigrante.
4.- LA ECONOMÍA SUMERGIDA
La burguesía al fomentar este
falso nacionalismo español, acorrala a la población trabajadora foránea y crea
las condiciones para exprimirla laboralmente. La necesidad de vivir condiciona
todos los factores para la dictadura del salario. Los propietarios de las
tierras, las fábricas y en definitiva los que ofrecen los empleos aprovechan su
posición privilegiada en el mercado laboral para activar la división de la
clase obrera y acabar con los derechos laborales. Así, no es nada excepcional que
adquiera relevancia la contratación de fuerza de trabajo en un mercado laboral
informal, con una economía sumergida que en nuestra región alcanza al 30 % de
la población activa. Un chollo para los explotadores que imponen la jungla
salvaje de la explotación al disponer de abundante mano de obra en el mercado; pagan
salarios bajos, no cotizan a la seguridad social, imponen horarios laborales
que superan ampliamente a las jornadas establecidas legalmente, y en algunos casos
las tareas laborales se realizan en unas condiciones ambientales que son excesivamente
perjudiciales para la salud de los trabajadores y trabajadoras.
5.- LAS DESIGUALDADES
TERRITORIALES
El colonialismo y el
neocolonialismo aportaron las riquezas y el patrimonio que conformaron las
bases para el desarrollo capitalista del mundo occidental. El saqueo a los
largos de los siglos de los recursos materiales y la explotación esclavista de
las colonias de América, África, y Asia dieron lugar a las enormes
desigualdades territoriales con el empobrecimiento y la miseria de aquellas, y un
elevado nivel de vida de los países colonizadores.
Las pequeñas ayudas que puedan
recibir de las administraciones públicas locales, regionales o estatales las
personas foráneas que llegan a nuestro suelo tienen un pequeño valor, no tienen
punto de comparación con la enorme importancia de las contribuciones de los pueblos
colonizados al estado económico del Occidente. No hay punto de comparación en
cuanto a las riquezas y beneficios que ha obtenido en siglos pasados y obtiene en
la actualidad el capitalismo europeo e imperialista por medio de las multinacionales
y grandes de empresas que operan en las antiguas colonias. Por tanto, que nadie
diga habladurías, la realidad es que el gasto público del Estado Español en las
personas inmigrantes no llega ni con mucho a las riquezas que saquearon las
empresas durante los siglos coloniales y a las ganancias que en la actualidad obtienen
las grandes empresas nacionales de las tierras que fueron colonizadas.
La competencia comercial,
industrial, tecnológica, etc. entre las burguesías imperialistas para saquear y
expoliar las riquezas de las naciones del SUR GLOBAL ha sido una constante a lo
largo de los siglos, las guerras e invasiones militares, las enormes matanzas
humanas, los golpes de estado, todo este conjunto de desmanes criminales, provocan
desplazamientos masivos de la población. En definitiva, son las clases
acomodadas, las burguesías nacionales e internacionales propietarias de los
medios de producción, quienes crean las condiciones para empujar a las
poblaciones de aquellos países a la emigración huyendo de la guerra, la miseria
y el hambre.
6.- LA INMOVILIDAD DE LAS
FORMACIONES DE IZQUIERDA
En este orden de cosas
nos encontramos con un anquilosamiento e inacción de las formaciones de
izquierda incapaces de combatir la propagación del fascismo en nuestras
sociedades. En todo caso, es el colaboracionismo del gobierno más progresista
del mundo mundial y de las formaciones políticas que lo sustentan, los que
están dejando un camino abierto para que cuaje el desarrollo y la propagación
de las ideas y acciones autoritarias, xenófobos y racistas en algunos grupos
sociales de la población extremeña y española. No hay una reacción cultural e
ideológica que combata la divulgación de estas ideas y explique claramente las
causas de por qué estas personas se desplazan arriesgando sus vidas hacia los
países occidentales para encontrar otro mundo en donde sea posible vivir en paz
y con bienestar.
7.- LOS DERECHOS DE LOS
SERES HUMANOS A UNA MOVILIDAD EN BUSCA DE UNA EXISTENCIA JUSTA Y DIGNA
No obstante, hay una razón
fundamental de nuestra existencia que debe alumbrar nuestros ideales por un
mundo mejor. Un proyecto vital que está por encima de todos los tratados, de todas
las normas y reglamentos que tiene como argumento la defensa de los derechos
humanos, el bienestar y la justicia, y en este caso concreto, el hecho de que todos
los seres humanos tenemos derecho a vivir en cualquier lugar de la tierra, y
por tanto, el derecho a la movilidad de un lugar a otro en busca de la
felicidad y el bienestar. La solidaridad
y fraternidad se rompieron en el momento en que apareció la propiedad privada, la
guerra entre los pueblos con el secuestro de hombres, mujeres y niños para disponer
de esclavos que trabajaran la tierra e incrementaran las riquezas. Por eso, la libertad
de la movilidad de los seres humanos está prohibida por quienes tienen la
posesión de la tierra y de la riqueza, y en consecuencia el miedo a perderla. Por
eso la justicia está en conseguir el día en que todas las personas tengamos el
derecho a desplazarnos libremente y a ser acogidos en cualquier territorio,
sólo por el hecho de ser seres humanos. La solidaridad y la fraternidad es un
sello que tenemos todos los seres humanos que antes o después nadie logrará detener,
ni los países más poderos ni lo que se llaman falsamente democracias
civilizadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario