viernes, 8 de junio de 2012

ALGUNAS IDEAS SOBRE LAS POLÍTICAS DEL GOBIERNO EN MATERIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

En lo relativo a la Educación, el gobierno tiene dos propósitos muy concretos y definidos. De una parte, potenciar la enseñanza privada, avanzar hacia la privatización de la enseñanza y por otro, reducir el gasto público del Estado. Todos los recortes que se están haciendo no son coyunturales, tienen como fin reducir a una mínima expresión la enseñanza pública. La derecha está aprovechando la crisis para establecer una educación elitista, sólo para aquellos que se lo puedan pagar, y una educación pública, sin muchas exigencias económicas, para los sectores sociales más humildes.
El poder no está dispuesto a destinar un presupuesto equiparable a los países de la UE-15, de un nivel económico similar al nuestro,  lo que desea es gastar lo menos posible en la satisfacción de los derechos básicos de los ciudadanos y destinar esos fondos a otros menesteres más acordes con los intereses económicos de los sectores sociales dominantes; por ejemplo, tapar los agujeros ocasionados en la Banca y en las Cajas de Ahorro como resultado de la gestión inmobiliaria y especulativa en la que han estado empeñados durante estos años. En resumen, se pretende que el dinero que destine el Estado a la educación sea el menor posible. En estos momentos, el Estado necesita ese dinero para tapar los agujeros de la banca y de las cajas de ahorro y para, la reforma financiera, privatizando las cajas de ahorro.

En esa guisa no debe sorprender que en dos años los presupuestos destinados a la educación pública hayan disminuido en más de 3400 millones de euros; se están utilizando diversos modos de favorecer a la enseñanza privada. En la Comunidad de Madrid se desgrava a las familias que lleven sus hijos a los centros privados y se les da suelo público a las empresas para la construcción de centros educativos; en otras Comunidades, como aquí, en Extremadura, se van a  comenzar a aplicar  en el próximo curso recortes que nos llevarán a un empeoramiento de la calidad de la enseñanza: la reducción del número de profesores, el incremento del número de alumnos por profesor, las horas lectivas del profesorado; la desaparición o reducción de programas de refuerzo o apoyo, desdobles y atención a la diversidad, tutorías, módulos de formación profesional, servicios de orientación o biblioteca, ayudas para adquisición de libros de texto, comedores y actividades extraescolares, etc.  La atención individualizada para los alumnos que tienen más problemas de aprendizaje desaparecerá. En los centros privados estos alumnos no tienen cabida, ya que necesitan más gastos, necesitan más inversión, y un centro privado se guía por la obtención del máximo beneficio y estos alumnos no son rentables.
Los recortes programados desde el Ministerio afectan a la enseñanza en todos sus niveles, desde la educación infantil hasta la educación superior o universitaria. Los recortes eliminan las inversiones previstas en la construcción de centros de educación infantil, se viene abajo el programa de inversiones denominado Educa3. Lo que consideran es que la educación infantil no es necesaria; no entienden que los niños aprenden desde que son bien pequeñitos. No se trata sólo de tenerlos recogidos en guarderías sino de ir educandolos desde los primeros años de su existencia.
Se reduce todo el presupuesto destinado a la digitalización de las aulas y a la dotación de ordenadores a los alumnos de educación primaria. Se reducen los presupuestos destinados a intercambios escolares con otros países, como el proyecto Comenius. Se reducen las estancias de profesores en países de habla inglesa de 6 a 4 semanas. Se reducen la cantidades destinadas a becas; los programas bilingües que eran un elemento de la máxima importancia y prioridad, ya interesan mucho menos.
Hay un claro intento de que a la enseñanza superior, a la educación superior, sólo acceda aquél que se lo pueda pagar. En Cataluña, que es la punta de lanza de las políticas de la derecha en materia de recortes educativos, se va a pedir el pago de una cantidad de dinero como matrícula a los alumnos que quieran estudiar ciclos formativos de grado superior. No tardaremos mucho en escuchar esas propuestas en otras Comunidades. En la enseñanza universitaria se anuncian subidas en las tasas y recortes en las becas. Los alumnos tendrán que pagar más a la hora de hacer las matrículas en las diversas materias; las cantidades serán mayores mientras más se tarde en aprobarlas. Se aumentan las barreras a la obtención de las becas. Los alumnos de ingeniería tendrán que aprobar como mínimo el 65 % de sus créditos y los de Arte,Humanidades y Ciencias Sociale y Jurídicas deberán aprobar el 90 % de los créditos y obtener una nota media de 5,5. Si quieren la beca salario deberán obtener un 6 de nota media global en el curso. Con estas dos medidas se establecen claramente las pretensiones políticas del Ministerio de Educación en la enseñanza universitaria. Se quiere reducir el número de alumnos que accede a la universidad, se pretende que estudie quien pueda pagar. Las justificaciones que da el Ministro están basadas en la necesidad de reducir el gasto y en la austeridad. Todo lo que está relacionado con los sectores populares está impregnado del sentido de austeridad, aumentar la eficacia, etc..Desde todos los medios de comunicación nos están bombardeando con la palabra austeridad. No obstante, quienes más saben de austeridad somos los trabajadores, quienes no entienden de austeridad son los ricos que han aumentado su riqueza a base de derrochar y demostrar que sus comportamientos además de ineficaces e irracionales están marcados por el más absoluto egoismo.
El desmantelamiento de la enseñanza pública producirá un trasvase de alumnado a las empresas privadas. La educación se ha transformado en una mercancía que se venderá y comprará según la ley de la oferta y la demanda. Como toda mercancía se verá sometida a las vicisitudes de la oferta y la demanda. En estos momentos, se reducen los gastos en educación para atender con esos fondos otras cuestiones; no es de extrañar lo que está haciendo el gobierno de Extremadura; está desviando parte del dinero presupuestado para las cotizaciones sociales de los profesores públicos a otros menesteres.
La educación no interesa, los responsables políticos de este país nos están mintiendo, nos están diciendo que saldremos de la crisis con más formación y con más educación. Es mentira que se pretenda eso. A las pruebas nos remitimos. El gasto educativo de carácter público se utiliza como un elemento de ahorro para otro tipo de actuaciones económicas más urgentes para los sectores dominantes. Los fondos destinados a la educación se recortan para destinarlos a otros asuntos, por ejemplo a Bankia. Como también es mentira lo que se dice de que no hay dinero para los servicios públicos, sí hay dinero. Hay dinero, porque lo hay para Bankia, lo hay para pagar todos los desmanes que han cometido los banqueros, los especuladores y un número reducido de familias que acaparan el poder económico, que son las dueñas de la economía de este país.
Hoy más que nunca hay que reclamar un sistema público de educación inclusiva que garantice el derecho a la educación de todos y todas, que cubra la necesidades de plazas escolares de todo el conjunto de la población y con la suficiente calidad en cada centro para que toda la población pueda recibir el máximo posible de oportunidades en su aprendizaje y desarrollo personal y profesional.

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