El presidente de Ecuador, Rafael Correa,
afirmó este sábado por la noche en Madrid que su Gobierno estudia
fórmulas para llevar las leyes hipotecarias españolas ante las
instituciones europeas de derechos humanos. "No quiero ser grosero con
el país anfitrión, pero me parece increíble, como economista, como
humanista". Se refería a la ley hipotecaria española en la que la
entrega de la casa al banco no sirve para saldar la deuda. "Es increíble
que haya leyes que pasan todo el riesgo a los seres humanos y no al
capital, que es el principio básico de la economía. Es intolerable.
Estamos estudiando acciones para denunciar esto ante los organismos de
derechos humanos a nivel europeo e internacional".
Correa dijo estas palabras ante unos 3.000 compatriotas en el exterior de la Facultad de Medicina
de la Universidad Complutense porque no cabían en el interior, donde
estaban convocados. Entre el público destacaban decenas de pancartas de
protestas por los desahucios y contra la banca. "Eso sí son atentados
contra los derechos humanos. ¿Dónde está la campaña de prensa para
denunciarlo?", dijo Correa en referencia a las críticas internacionales
por su enfrentamiento judicial con la prensa.
El presidente de Ecuador dijo ante los migrantes a
voces lo que unas horas antes había dicho delante de Mariano Rajoy, con
el que no fue menos duro aunque no hizo referencia a la posibilidad de
denunciar a España pro violaciones de los derechos humanos. En rueda de
prensa al lado de Rajoy, al término de un encuentro entre ambos en el
palacio de la Moncloa, Correa cargó contra las leyes hipotecarias
españolas que "van contra todos los principios de la economía" porque
"hacen recaer todo el riesgo en la persona y no sobre el capital".
Mientras Rajoy puso el código ético bancario
como ejemplo de cómo enfrenta este asunto, el presidente Correa reclamó
una "flexibilización", en lo que fue un claro mensaje de que las
medidas le parecen insuficientes.
La crisis de las hipotecas
que está afectando a la comunidad inmigrante tanto como a los españoles
es una preocupación del Gobierno de Ecuador desde que en el año 2010 el
paro masivo en la construcción empezó a llenar las asociaciones de
inmigrantes de toda España de casos dramáticos de desahucios. El
Gobierno de Ecuador llamó la atención entonces del Banco de España sobre
lo que calificó de "drama hipotecario" y lleva desde entonces pidiendo
medidas intermedias para aquellos que no pueden pagar sus hipotecas. Las
asociaciones de inmigrantes calculan que un 10% de los 150.000
desahucios que se han producido en España desde 2009 afectan a sus
nacionales.
"Hemos hablado con Rajoy para buscar una solución",
dijo Correa, que quiso aprovechar la rueda de prensa conjunta para
extenderse especialmente sobre este asunto. La Embajada de Ecuador en
España ha puesto a disposición de sus nacionales un equipo de seis abogados
exclusivamente para asesorar a los inmigrantes frente a los bancos. Es
el primer y único país que lo ha hecho hasta ahora. "Es todo cuanto
podemos ayudar", dijo Correa.
Correa cargó directamente contra las leyes hipotecarias
españolas, en las que el deudor responde con todos sus bienes y rentas
presentes y futuros del préstamo total que pidió para comprar la casa.
Se trata de una anomalía comparado con las leyes americanas. "Desde
Ecuador estamos asombrados de que el riesgo recaiga sobre la persona y
no sobre el capital. Va contra los principios de la economía. Hemos
hablado de esas leyes", dijo.
Dentro del proceso de ejecución hipotecaria en España,
Correa destacó como "difícil de entender" que la valoración de la casa
para la subasta la haga "el propio banco". "He expresado mis inquietudes
al presidente", dijo midiendo sus palabras. Hace dos años, en un
encuentro con inmigrantes en Madrid, ya dijo que su Gobierno se
planteaba llevar el sistema hipotecario español ante los tribunales
internacionales de derechos humanos.
Mariano Rajoy, por su parte destacó ante el presidente
ecuatoriano que "en tres meses de Gobierno" ya ha abordado este asunto
con la aprobación, hace una semana, del código de buenas prácticas
bancarias para aceptar que la entrega de la casa salde la deuda. La
adscripción a este código es voluntaria por parte de las entidades,
aparte de otros condicionantes. "Siempre que se respete la legalidad de
España estamos dispuestos a escuchar", dijo Rajoy.
A continuación, el presidente Correa no quiso dar el
tema por cerrado a pesar de que ya le estaban preguntando por otro
asunto. Recogió el guante e insistió ante Rajoy en lo que Ecuador
considera un verdadero atropello. Primero, recordó que él es economista
de profesión. "Rajoy me habló del código ético. Yo soy economista", dijo
en lo que parecía una respuesta directa a Rajoy y no a la prensa. "Si
no hay una flexibilización vamos hacia el peor de los mundos. Gente que
necesita casas sin casa y bancos llenos de casas". Correa insistió en
que "hay que repartir los costes de la crisis" y el sector financiero
debe pagar su parte. En España, dijo, "todo el riesgo recae en el ser
humano". Correa dijo que España saldrá de la crisis, pero no por su
sector financiero, sino por "el talento y las personas".
Con flexibilización el Gobierno de Ecuador se refiere a
soluciones intermedias en la rígida legislación española que hagan que
un impago temporal desemboquen obligatoriamente en un desahucio, como
alquileres con derecho a compra o moratorias de pago. Hace dos años, la
Embajada envió una carta al gobernador del Banco de España proponiendo
diversas fórmulas.
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