LOS DIRIGENTES DE LAS CORPORACIONES LOCALES SON
RESPONSABLES DE LAS COSAS POSITIVAS QUE TIENE EL TURISMO, PERO TAMBIEN SON
RESPONSABLES DE LAS CIRCUNSTANCIAS NEGATIVAS, Y A ESTAS DEBEN BUSCARLES
SOLUCIÓN.
Desde
Campamento Dignidad tenemos que señalar cómo algunos ayuntamientos de
localidades en donde la actividad turística crece a pasos agigantados muestran
una impasibilidad e inanición, como si ellos no tuvieran nada que ver con lo
que está ocurriendo, ni tuvieran que tomar medidas que hagan frente a las
nuevas circunstancias que se van desarrollando.
El crecimiento
del turismo en localidades importantes de Extremadura, Cáceres, Mérida, etc. está
desplazando las viviendas de alquiler hacía el sector turístico. Esta
orientación provoca una disminución del número de aquellas para un
arrendamiento normal, su encarecimiento, especialmente en el centro y sus
aledaños, dificultando la posibilidad de que puedan ser alquiladas por sectores
populares de la población local.
Como
señalamos, esto está acarreando una elevación considerable de los precios del
alquiler y el desplazamiento de las familias de los sectores populares a la
periferia en busca de viviendas. Allí, la escasez es manifiesta lo que les
obliga a los alquileres de habitaciones e infraviviendas, a veces en
condiciones difícilmente habitables.
Los
dirigentes municipales hacen esfuerzos económicos y políticos para promocionar todo
lo que pueden las actividades turísticas, considerando el bien que reportan a
la economía local. Sin embargo, también, debieran tener en cuenta las
circunstancias negativas que se generan afectando especialmente a grupos
sociales con graves dificultades económicas. Los ayuntamientos tienen mucha
responsabilidad tanto en los aspectos positivos como en los negativos que tienen
su causa en el crecimiento del turismo, a los que deben buscar soluciones.
En
estos últimos días, cual ha sido nuestra sorpresa al encontrarnos con algunos
dirigentes de corporaciones locales que consideran las circunstancias negativas
derivadas de la actividad turística como normales que la población por sí sola debe
afrontar con total naturalidad, tanto la falta de viviendas como la subida de
los precios para el alquiler. Los responsables políticos municipales adoptan la
actitud del avestruz, escondiendo la cabeza como si ellos no tuvieran nada que
ver y no fuera su obligación intervenir con lo que está ocurriendo a causa del
turismo.
Ante
esta situación, Campamento Dignidad exige al Gobierno de Extremadura y a
los gobiernos municipales de localidades, entre ellas las de Cáceres y Mérida,
en donde el turismo adquiere cada vez más una dimensión mucho mayor, la toma de
medidas especiales que compensen estas condiciones que alteran negativamente
los recursos habitacionales para los sectores más débiles económicamente de la
población. Suele ser difícil encontrar viviendas, aunque sean pensionistas con
unos ingresos de 1000 euros. En este sentido,
insistimos en medidas estructurales en materia de viviendas, y coyunturales,
como puede ser la habilitación de mayores partidas económicas no sólo para
ayudas al alquiler y sin tanta burocracia, sino para adquirir viviendas con el
objetivo de la creación de Bancos Locales para que los municipios puedan
intervenir con rapidez ante situaciones de emergencia habitacional.
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