En la actualidad, con la justificación de la crisis,
lo que planea sobre los servicios públicos, bien sean los relacionado con la
educación, con la sanidad o con los servicios sociales, es el de una constante
amenaza a ser recortados; amenaza que en muchas ocasiones se transforma en una
dura realidad que quienes sufren son las capas trabajadoras y los sectores
sociales más humildes.
Desde esta Asociación en la que nos marcamos como
objetivo la promoción y defensa de lo público, debemos resaltar de una manera
muy significativa las prestaciones que lleva a cabo “el Centro Residencial La Coronada”, puesto que
como todo el mundo sabe realiza un servicio público de extraordinaria
importancia del que se benefician muchas familias de Villafranca y de otras
localidades de Extremadura que tienen allí a sus mayores y por supuesto, es el
centro de trabajo y medio de vida, para los 48 trabajadores y trabajadoras que
desarrollan su vida laboral en la misma.
Teniendo en cuenta la importancia de este Centro
Residencial como servicio público, queremos expresar la incertidumbre y
preocupación respecto al futuro del mismo que tienen muchas familias y los
trabajadores y trabajadoras que atienden a los residentes. La intranquilidad y
las dudas respecto a lo que pueda ocurrir en un futuro próximo proceden de una
serie de circunstancias muy concretas y de otras más de índole general.
1º. Actualmente hay unas 10 u 11 plazas vacantes que
no se cubren a pesar del tiempo transcurrido desde que comenzaron a quedar
libres, aproximadamente desde navidad, según las informaciones que nos han
trasladado los trabajadores. La impresión es que el Gobierno de Extremadura no
tiene ningún interés en cubrirlas. A preguntas de aquellos que se interesan por
las mismas, las respuestas suelen ser evasivas y contradictorias. No obstante,
para entrar en la residencia hay una lista de demandantes bastante amplia, hay
muchas familias interesadas por una plaza en ella. Todo esto conduce a que haya
una preocupación e incertidumbre respecto al futuro del centro-residencia.
Algunos trabajadores están convencidos y tienen la sensación de que lo que se
pretende por parte de los gobernantes actuales es dejar “morir” la residencia;
se quede cada vez con menor número de mayores, y poder así justificar su
desaparición o privatización.
2º. Otra de las razones que alimenta la
incertidumbre sobre el futuro de la residencia, es la falta de información y
ocultismo que se tienen para con los trabajadores desde los órganos directivos
del centro. Tanto desde Mérida, Badajoz o Villafranca de los Barros hay una
falta de información y comunicación total con los trabajadores y trabajadoras
de la residencia. Ni que decir tiene que esta falta de información y ocultismo
crea una inquietud, un desasosiego y una vacilación que hace sospechar sobre el
futuro más próximo del centro. Lo que se la ha dicho a algunos trabajadores es
que las plazas no se ocupan porque se van a realizar obras; que a ciencia
cierta nadie explicita y enumera el tipo de obras, dónde se van a realizar, ni
como van a ser, ni cuando, etc...
3º. La inquietud es mayor, si a estas situaciones concretas
que crean por sí solas una importante vacilación y recelo sobre el futuro del
centro residencial, se añaden el comportamiento general que en estos momentos
tiene la Administración
respecto a los servicios públicos, a los que considera el punto de referencia
que hay que combatir para aminorar los efectos de la crisis y por tanto, son el
elemento sobre el que hay que aplicar todos los recortes o bien desprenderse
privatizandolos.
Como todo el mundo sabe, en los presupuestos regionales y en
los nacionales se definen unos recortes considerables en aquellos gastos
destinados a los servicios relacionados con la dependencia, ayuda a domicilio,
atención a las personas mayores, a los discapacitados, etc.
Respecto a la preocupación de algunos
trabajadores y trabajadoras por la posibilidad de privatización de ciertos
servicios, y dada la tendencia que en la actualidad hay por parte de la Administración a
privatizar o a la externalización de ciertos servicios; tenemos que decir, que
la experiencia de las privatizaciones realizadas en otros centros hospitalarios
de servicios relacionados con los mismos, ponen en evidencia que la
privatización de servicios públicos, si bien conduce a un ahorro del gasto
inmediato, en el transcurso del tiempo a lo que conducen es a un encarecimiento
mayor y lo que es más importante a una escasez de calidad en la prestación de
ese servicio.
Por tanto, para evitar seguir fomentando las
desconfianzas sobre el futuro de este centro-residencia, es prioritario que
exista información y el diálogo desde la Dirección del Centro con los trabajadores y
trabajadoras. Se le debe dar aclaración desde los órganos directivos y desde la
propia Administración Autonómica sobre el futuro inmediato de este centro.
También, consideramos que en estos momentos es
fundamental reivindicar todos los Servicios e Instalaciones Públicos que tantos
años nos han costado conseguirlos. Por la importancia que tiene este centro
para muchas familias extremeñas, para los trabajadores y trabajadoras, desde la Administración Pública
Extremeña no se puede esperar otra cosa para su futuro que el de potenciar la Residencia “La Coronada”, mejorando sus
recursos humanos y materiales para acrecentar la calidad del servicio que
presta.
Villafranca de los Barros, junio de 2012
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