martes, 5 de julio de 2022

Los jornaleros y jornaleras no son los enemigos de los agricultores.

 


Los líderes de la organización agraria la Unión de Extremadura están criticando la firma del convenio colectivo del campo en el que se acuerdan salarios para los jornaleros y jornaleras que serán inamovibles durante tres años, y además, se les quitan los 15 minutos del bocadillo, pasando el horario de trabajo de 6,30 hasta las 6,45; tiempo de descanso para el bocadillo como cosa normal.


Nosotros tampoco estamos de acuerdo, pero por diferentes razones totalmente opuestas al presidente de la organización agraria Unión de Extremadura. 


Este convenio colectivo se ha firmado de espaldas a los jornaleros y jornaleras. En clara nocturnidad, valga la expresión literal, los sindicatos de su majestad (CCOO, UGT), las organizaciones patronales son convocadas por la presidencia de la Junta, y sin consultar ni tener en cuenta la opinión de los trabajadores y trabajadoras del campo acuerdan un convenio colectivo.


 El juicio y parecer de los trabajadores y trabajadoras del campo no se ha considerado  a pesar de que las condiciones laborales y salariales les afecta plenamente, y más teniendo en cuenta que hay una inflación desbocada que crece a toda velocidad, ya vamos por un 10 %, y en poco tiempo será muy difícil satisfacer las necesidades de la vida y disfrutar de algunas comodidades con los aproximados 52 euros diarios brutos del jornal.


En todo caso, la justificación de los líderes de algunas organizaciones de agricultores es que no pueden vivir si tienen que pagar salarios de ese tipo, es decir, ellos no pueden vivir, pero los jornaleros y jornaleras sí pueden vivir y sí se tienen que conformar con salarios más bajos, y añadimos nosotros: seguro que el líder de la Unión piensa que si los salarios fueran de miseria también podrían vivir los jornaleros y jornaleras porque para él estas personas tienen menos necesidades al ser más pobres, pueden llevar una vida con menos comodidades, y por tanto con menos ingresos. Sin duda, mirando para los de abajo siempre se autosatisface más la debilidad.


Lo que sería más recomendable y fructífero para todas las personas que trabajan y viven en el mundo del campo, es que hubiera ingresos y salarios justos para agricultores y jornaleros. Lo que no entienden estos líderes egoístas y partidarios de la miseria jornalera es que la única solución es la unidad de los agricultores y la clase obrera agrícola. 


 Los enemigos del mundo rural, quienes arruinan el mundo rural y nuestros pueblos están bien localizados, quienes realmente los explotan y los que se llevan el valor del trabajo creado en el campo por unos y por otros son las Multinacionales y Monopolios, las entidades bancarias, las grandes eléctricas, las grandes superficies, y en definitiva, quienes monopolizan el control de la riqueza y del dinero, y todo ello con la cooperación y aquiescencia de los gobiernos regionales y estatales que hacen todo lo posible por satisfacer los intereses de estas grandes compañías que saquean el valor de lo producido y la vida de quienes viven en el mundo rural.

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