jueves, 11 de octubre de 2012

La crisis golpea a dos millones de niños, Rajoy calla y el presidente del Barça prefiere Catar a Unicef

Unicef denuncia que uno de cuatro niños vive bajo el umbral de la pobreza en España. Sostiene este organismo que los recortes impulsados por el Gobierno inciden directamente en partidas cruciales para la infancia, como son las correspondientes a servicios sociales, educación o sanidad. La crisis económica y financiera internacional afecta a 2.267.000 niños nacidos en España.
Esta es la cruda realidad que se nos oculta desde Moncloa. ¿Alguien ha oído al presidente del Ejecutivo anunciando que iba a tomar medidas urgentes y eficaces respecto a la pobreza infantil que, por desgracia, se va expandiendo en nuestro país? Según los datos divulgados por Unicef,  hay 80.000 niños más ahora que en el año 2010 sobreviviendo con dificultadas objetivas.

La crisis y los niños
La tasa de pobreza infantil se sitúa en el 27,2%. O sea, un punto por encima de la reflejada en el informe La infancia en España: el impacto de la crisis en los niños, presentado el pasado mes de mayo por Unicef España. Escalofriante.
Hogares donde ningún adulto trabaja
Los datos de Unicef, basado en las cifras de Eurostat confirman la tendencia anunciada en el informe aludido, donde se advertía que el de los niños se ha convertido en el grupo de edad más afectado por la pobreza en España.  Otros datos de Unicef revelan también que hay que hay un total de 760.000 hogares con niños donde ningún adulto trabaja, lo que supone 46.000 más que hace un año.
El dinero de Catar, emirato árabe
Mientras tanto, hace casi un par de años, los directivos del Barcelona FC, presididos por Sandro Rosell, se negaron a seguir  exhibiendo en las camisetas de los jugadores la palabra Unicef. Era éste un reclamo que no aportaba dinero a las arcas del Barça. Optaron en cambio por  cobrar de un emirato árabe como Catar que es una dictadura más o menos disfrazada.
Por un plato de lentejas
Tenía razón Jan Laporta, el presidente que apostó con acierto por Unicef.  Es decir, por la protección de la infancia desvalida. Laporta criticó a su sucesor de este modo: “Vendieron la camiseta por un plato de lentejas”.
La sensibilidad social del presidente del Barça
Pero Rosell, militante de Convèrgencia, se vuelca  para convertir al Barça en un potente aliado del independentismo catalán. Su sensibilidad social, sin embargo, está a la vista. No la tiene. Pronto la camiseta blaugrana  dará paso, de cuando en cuando, a la camiseta/senyera, tal como está previsto. Rajoy calla y se olvida  de los 2 millones largos de niños  pobres. Rosell prefiere la independencia, le importa un bledo Unicef  y le encanta el dinero de Catar.

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