miércoles, 14 de noviembre de 2018

RESPUESTA AL PRESIDENTE DE LA PATRONAL EXTREMEÑA




Desde los Campamentos Dignidad tenemos que reprobar y criticar las declaraciones rancias y clasistas del Presidente de los Empresarios Extremeños cuando opina sobre las cuantías propuestas en los presupuestos de la Comunidad Extremeña para atender a la Renta Básica.

Aunque no conocemos las cantidades definitivas para Ayudas Sociales que aparecerán en los Presupuestos, sí tenemos que indicar que los que aparecen previamente antes de su aprobación definitiva, al igual que las partidas del presupuesto de 2018 son insuficientes para responder justamente a las necesidades que se dan en buena parte de la población extremeña, y porque además no se ajustan a lo prometido y asignado en las normativas que fueron aprobadas en su momento por quienes hoy se responsabilizan del gobierno extremeño.

Este representante del empresariado extremeño, en las manifestaciones que recogen la prensa regional, expone sin la más mínima duda y atribuyéndose toda la autoridad de un experto en economía que “la renta básica altera el mercado laboral extremeño”.

Estas afirmaciones manifiestan un desconocimiento importante de aspectos muy notables del mercado laboral y de la realidad social extremeña, por varias razones.

 No tiene en cuenta que muchas de las personas que cobran la Renta Básica están fuera del mercado de trabajo y que de no ser por esta ayuda social estarían en la total indigencia.

Desconoce que en estos momentos alcanzamos unos niveles de pobreza y exclusión social que se aproximan al 50 % de la población extremeña. En Extremadura más de 400.000 personas ingresan menos de la cantidad que sirve de referencia al umbral de la pobreza. Probablemente el Sr Peinado no sepa que el umbral de la pobreza es algo así como lo mínimo indispensable para que una persona pueda vivir dignamente.

A pesar de la inutilidad de tantos pactos y protocolos que firma con la justificación de mejorar la economía y el mercado laboral extremeño, alguien le habrá dicho que tenemos en el territorio extremeño más de 100.000 personas desempleadas, y alguna vez habrá escuchado de los dirigentes políticos extremeños con los que tanto se codea de que el número de personas que están cobrando la renta básica no supera a las 7.000. Por cierto, número que no debe tener una influencia muy notable en el caso de que estuvieran disponibles en el mercado de trabajo.

No sabemos por qué el presidente de la CREX viene a refrendar lo que afirman algunos dirigentes de organizaciones empresariales agrícolas que categóricamente culpan a los trabajadores y trabajadoras agrícolas de que no quieren trabajar, no quieren ir al campo, porque según vienen a decir “viven bien sin trabajar con las ayudas sociales”. Lo que ocurre es bien distinto, ni los salarios que se pagan son decentes ni en muchos casos se les da de alta en la seguridad social, además de otras consideraciones relacionadas con los contratos, las horas de trabajo, etc. que afectan al mercado laboral que castiga a la clase trabajadora.

Por el cerebro del presidente de la CREX corre un pensamiento que no se atreve a expresar de modo claro pero que de manera implícita nos revela la consideración que tiene acerca de las ayudas sociales. Las políticas públicas de protección social las considera como inconvenientes que impiden que en el mercado de trabajo haya una mano de obra abundante y barata por lo que se vé da la impresión que no está conforme, no son suficientes los 100.000 parados, necesita que estén desprotegidos para que más fácilmente sean contratables, están primero sus intereses a que ciertas personas pasen dificultades y tenga necesidad.

El mandatario de la CREX se alinea en el bando de aquellos empresarios que guiados por la irresponsabilidad social quieren obtener los mayores beneficios en el menor espacio de tiempo y a costa de unas condiciones laborales que minimicen el valor de la fuerza de trabajo.

No se corresponden estas manifestaciones con la firma que hemos conocido estos días de protocolos que pretenden certificar la responsabilidad social y empresarial.

La Consejera de Empleo decía que durante un año se había trabajado intensamente para la elaboración de éste protocolo de responsabilidad social pensamos que deberá seguir con su laboriosidad durante  varios años hasta que empresarios del tipo del Sr Peinado comprendan y asimilen que Extremadura necesita personas que sean capaces de contribuir a la construcción de empresas que fundamenten el desarrollo económico y social de nuestra región.


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