Desde los Campamentos Dignidad tenemos que reprobar y
criticar las declaraciones rancias y clasistas del Presidente de los
Empresarios Extremeños cuando opina sobre las cuantías propuestas en los
presupuestos de la Comunidad Extremeña para atender a la Renta Básica.
Aunque no conocemos las cantidades definitivas para Ayudas
Sociales que aparecerán en los Presupuestos, sí tenemos que indicar que los que
aparecen previamente antes de su aprobación definitiva, al igual que las
partidas del presupuesto de 2018 son insuficientes para responder justamente a las
necesidades que se dan en buena parte de la población extremeña, y porque
además no se ajustan a lo prometido y asignado en las normativas que fueron
aprobadas en su momento por quienes hoy se responsabilizan del gobierno
extremeño.
Este representante del empresariado extremeño, en las
manifestaciones que recogen la prensa regional, expone sin la más mínima duda y
atribuyéndose toda la autoridad de un experto en economía que “la renta básica
altera el mercado laboral extremeño”.
Estas afirmaciones manifiestan un desconocimiento importante
de aspectos muy notables del mercado laboral y de la realidad social extremeña,
por varias razones.
No tiene en cuenta que
muchas de las personas que cobran la Renta Básica están fuera del mercado de
trabajo y que de no ser por esta ayuda social estarían en la total indigencia.
Desconoce que en estos momentos alcanzamos unos niveles de
pobreza y exclusión social que se aproximan al 50 % de la población extremeña.
En Extremadura más de 400.000 personas ingresan menos de la cantidad que sirve
de referencia al umbral de la pobreza. Probablemente el Sr Peinado no sepa que
el umbral de la pobreza es algo así como lo mínimo indispensable para que una
persona pueda vivir dignamente.
A pesar de la inutilidad de tantos pactos y protocolos que
firma con la justificación de mejorar la economía y el mercado laboral
extremeño, alguien le habrá dicho que tenemos en el territorio extremeño más de
100.000 personas desempleadas, y alguna vez habrá escuchado de los dirigentes
políticos extremeños con los que tanto se codea de que el número de personas
que están cobrando la renta básica no supera a las 7.000. Por cierto, número
que no debe tener una influencia muy notable en el caso de que estuvieran
disponibles en el mercado de trabajo.
No sabemos por qué el presidente de la CREX viene a refrendar
lo que afirman algunos dirigentes de organizaciones empresariales agrícolas que
categóricamente culpan a los trabajadores y trabajadoras agrícolas de que no
quieren trabajar, no quieren ir al campo, porque según vienen a decir “viven bien sin trabajar con las ayudas
sociales”. Lo que ocurre es bien distinto, ni los salarios que se pagan son
decentes ni en muchos casos se les da de alta en la seguridad social, además de
otras consideraciones relacionadas con los contratos, las horas de trabajo,
etc. que afectan al mercado laboral que castiga a la clase trabajadora.
Por el cerebro del presidente de la CREX corre un pensamiento
que no se atreve a expresar de modo claro pero que de manera implícita nos revela
la consideración que tiene acerca de las ayudas sociales. Las políticas
públicas de protección social las considera como inconvenientes que impiden que
en el mercado de trabajo haya una mano de obra abundante y barata por lo que se
vé da la impresión que no está conforme, no son suficientes los 100.000
parados, necesita que estén desprotegidos para que más fácilmente sean
contratables, están primero sus intereses
a que ciertas personas pasen dificultades y tenga necesidad.
El mandatario de la CREX se alinea en el bando de aquellos
empresarios que guiados por la irresponsabilidad social quieren obtener los
mayores beneficios en el menor espacio de tiempo y a costa de unas condiciones
laborales que minimicen el valor de la fuerza de trabajo.
No se corresponden estas manifestaciones con la firma que
hemos conocido estos días de protocolos que pretenden certificar la
responsabilidad social y empresarial.
La Consejera de Empleo decía que durante un año se había
trabajado intensamente para la elaboración de éste protocolo de responsabilidad
social pensamos que deberá seguir con su laboriosidad durante varios años hasta que empresarios del tipo
del Sr Peinado comprendan y asimilen que Extremadura necesita personas que sean
capaces de contribuir a la construcción de empresas que fundamenten el
desarrollo económico y social de nuestra región.
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